No hay nada más argentino que el mate. Dulce o amargo, a la mañana o a la tarde, compartido o en solitario. En cualquiera de sus versiones, forma parte de la vida diaria de millones de personas.
Y así como existen diferentes formas de tomarlo, también hay distintos métodos para curarlos. Si bien ninguno es mejor que otro ya que dependen de costumbres y comodidad, es importante realizar este procedimiento para lograr el rendimiento del recipiente y prolongar su vida útil. Además, cuando está bien curado de entrada, los mates quedan mucho más ricos.
Acá te contamos cómo curar correctamente un mate de madera y de calabaza.
Qué es curar un mate y por qué es tan importante
Cuando hablamos de "curar", nos referimos al procedimiento por el que se preparan diferentes recipientes -en este caso un mate de madera o de calabaza- para empezar a usarse correctamente.
El curado permite sellar bien los poros para que el sabor propio del material no afecte al de la infusión de yerba mate y no se generen hongos, prolongando así su vida útil.
Qué tipo de mates se tienen que curar
Aunque hoy en día es más común encontrar mates de vidrio, cerámica, acero, silicona y hasta plástico (materiales que no son permeables y que no afectan el sabor de la yerba), los más tradicionales son los mates de materiales orgánicos como calabaza o madera, que deben ser preparados (curados) antes de ser utilizados.
Dulce o amargo
Los mates de madera o de calabaza tienen que ser curados según el tipo de bebida de yerba mate que se tomará. Si es dulce, por ejemplo, se debe tomar en un recipiente curado previamente para mate dulce que conserve siempre este sabor y no debe ser usado nunca para mate amargo.
Cómo curar un mate amargo de madera o de calabaza
1. Lavá el mate por dentro con agua caliente (preferentemente hervida pero enfriada hasta 80 °C). Este es un primer paso para desinfectar y eliminar restos de polvo y fibras.
2. Llená el mate con yerba usada de otro mate (también podés usar yerba nueva). Agregá un poco de agua caliente hasta que veas que la yerba "se hinchó". Se puede repetir este procedimiento dos o tres veces hasta que la yerba llegue al tope del recipiente.
3. Dejá reposar durante uno o dos días mientras vas agregando agua para que la yerba siempre permanezca húmeda.
4. Pasados los días, vas a lavar y limpiar bien el recipiente raspando las paredes internas con una cuchara para eliminar el tallo leñoso.
5. Enjuagá bien y dejá secar al sol o en un espacio bien ventilado. ¡Y listo! Ya podés cebarte unos ricos mates amargos.
Cómo curar un mate dulce de madera o de calabaza
1. Lavá el mate por dentro con agua caliente (preferentemente hervida pero enfriada hasta 80 °C). Este es un primer paso para desinfectar y eliminar restos de polvo y fibras.
2. Echá dos cucharaditas de azúcar de cualquier tipo, si el mate es muy grande podés agregar más.
3. Tapá con la mano la entrada del mate y agitá bien para que el azúcar se pegue a las paredes y las recubra.
4. Dejá secar el mate con el azúcar durante unas horas.
5. Una vez seco, meté dos pequeñas brasitas de carbón caliente adentro del mate. Tapá con algún trapo o repasador para no quemarte y agitá bien hasta que las brasas se apaguen. Este proceso lo podés repetir una vez más para asegurar una curación efectiva.
6. Enjuagá y limpiá el mate con agua caliente y colocá yerba nueva con un poco de agua tibia para que se "hinche". Dejá actuar toda la noche. ¡Y listo! Ya podés cebarte unos ricos mates dulces.
