Hay una regla de oro que circula entre interioristas y decoradores: una sola pieza puede hacer la diferencia (no rige para cualquier accesorio, claro).
Pero cuando se trata del cuarto de baño, hay coincidencia: la cortina tiene el poder de transformar por completo el ambiente. Propone un estilo, acentúa la impronta personal y lo actualiza.
Además, en el mercado actual hay una amplia variedad de diseños y materiales.
Podés elegir entre las más artísticas que replican el sello de un autor, las más modernas y elegantes, las más artesanales o las clásicas de plástico con algún diseño llamativo. ¡Hay para todos los gustos y presupuestos!
Para un baño elegante
Si bien es cierto que son más caras que las versiones de plástico, las cortinas de ducha de algodón se consagran como la opción más elegante por su acabado en tela y su ligera caída.
Pero a pesar que este tipo de complementos lleva un tratamiento que las convierte en impermeables, hay que admitir que su composición textil las hace más delicadas y favorables a la proliferación de bacterias. Por eso, para mantenerlas siempre limpias y para que duren más tiempo, es necesario lavarlas al menos una vez al mes.
El mercado actual ofrece modelos para todos los gustos. Blanco, crudo, beige y grises claros son las tonalidades favoritas cuando se trata de aportar un plus de luminosidad, modernidad y elegancia, o cuando se quiere que pasen desapercibidas para resaltar otros elementos deco.
Pero también podés elegir diseños bien llamativos para que la cortina se convierta en el elemento estrella del ambiente.
La opción de bajo mantenimiento
Si no querés pasar mucho tiempo ocupándote del mantenimiento de la cortina, los diseños de plástico se convierten en los candidatos ideales.
Además, son más económicas y súper versátiles ya que el mercado actual ofrece un amplio abanico de colores y acabados para todos los gustos, lo que facilita su combinación con otros elementos del cuarto de baño.
Las que simulan texturas e imitan acabados como el mármol, piedra, terrazo son toda una tendencia. Lo mismo aquellas con formas irregulares, figuras geométricas y motivos botánicos.
Pero en cualquiera de los casos siempre es importante mantener la congruencia y evitar que la cortina de la ducha choque con la combinación del resto del espacio.
Si en el baño predominan los colores neutros, podés animarte y probar darle un toque de color con una cortina más llamativa. Pero si el ambiente ya tiene un esquema de color estricto, es mejor ir por un diseño de cortina que combine.
Bonus track: 6 tips para que tus cortinas duren más tiempo
1. Ventilá el baño a diario.
2. Despues de cada ducha, aireá el espacio -abriendo la puerta, ventana o poniendo en marcha el extractor de aire-.
3. Evitá la acumulación de agua y humedades posteriores al uso del baño, teniendo la cortina siempre extendida. ¡Ojo con los pliegues! Son la parte más propensa al moho.
4. Evitá los tirones muy bruscos al plegar y desplegar la cortina.
5. Según el modelo elegido, es clave conocer el tipo de lavado. Para eso, hay que consultar las indicaciones del fabricante.
6. Cuando la laves, procurá que se seque bien en un espacio bien ventilado.