Tanto en la moda como en la decoración: una sola pieza puede hacer la diferencia. Y cuando se trata de todos los ambientes de la casa, hay coincidencia: las cortinas pueden transformar por completo el espacio y ser las encargadas de dar ese toque final.
Pero hay algo más... Además de mantener la intimidad de la casa, filtrar la luz y aportar calidez e impronta personal, pueden ser las mejores aliadas para aclimatar la casa en invierno. En este sentido, las cortinas térmicas son la opción más completa.
En esta nueva edición de Guía práctica de deco, la arquitecta e interiorista Constanza Delgado (@arq.constanzadel) nos cuenta todo lo que hay que saber sobre esta tendencia en alza.
Cortinas térmicas: la opción más completa
"Llegó la época en la que baja la temperatura y suben las facturas de calefacción. ¿Se puede hacer algo para regular un poco el gasto? La respuesta es sí", comienza explicando a Para Ti Deco Constanza.
"Entre los distintos puntos de filtración encontramos dos básicos: los encuentros entre muros y techos, y las ventanas. Si hablamos de estas últimas, en el mercado existen distintos tipos y materiales. Las más utilizadas hoy son las carpinterías de PVC y las de aluminio con RPT (ruptura de puente térmico). También el tipo de vidrio es clave. Lo más aconsejable es optar por DVH (doble vidriado hermético). Pero como estarás pensando, cambiar ventanas no es tarea sencilla. Por eso, hoy te traigo una muy buena noticia: existen cortinas térmicas que ayudan a controlar el paso de la temperatura", agrega.
En este sentido, la arquitecta recomienda que además de elegir cortinas por cuestiones estéticas o de privacidad, se tengan en cuenta aquellos modelos que ayuden a reducir el paso del aire al interior.
Y es que si bien una cortina tradicional compuesta por un tejido grueso, como la lana o el terciopelo, ayudan a mermar el paso del frío, las térmicas dan un paso más si de controlar el paso del aire se trata.
Cómo se componen las cortinas térmicas
Constanza explica que las cortinas térmicas tienen materiales especiales, son tejidos más gruesos que tienen más capacidad aislante y se componen de 3 capas:
- Capa superficial: es la que vemos desde el interior del espacio. Es un género decorativo que suele ser de algodón, lino o poliéster.
- Capa intermedia: está compuesta por materiales aislantes que son la clave para ayudar a mantener la temperatura ideal en el interior.
- Capa exterior: es la que genera una barrera entre la ventana y el exterior y ayuda a evitar la condensación.
"Las cortinas térmicas son una gran opción para ahorrar energía. Vas a notar que ya no necesitas usar tanto la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano. Además, ayudan a reducir el ruido exterior. Son cortinas con pliegues que atrapan el frio entre las ondas. Lo mejor es que tengan un largo y ancho que cubra bien la ventana", concluye la arquitecta.