Todo es ventajas cuando se trata de suculentas. Y es que además de estar muy de moda y ser divinas para decorar cualquier rincón de la casa con sus llamativas formas y colores, no requieren de cuidados especiales como otros tipos de plantas.
Y entre las diferentes variedades que existen, hay una que se destaca por sí sola: la planta de hielo.
De porte rastrero, con mini espinas blancas y con hojas verdes y carnosas, esta suculenta que no supera los 15 cm de altura se destaca por la belleza que radica en sus flores, las cuales se parecen a las margaritas, pueden ser de color rosa, rojo, púrpura e incluso naranja y crecen lo suficiente como para cubrir la totalidad de sus hojas.
El nombre científico de la planta 'más chic' de la temporada es delosperma y a su vez, deriva en otras especies que son muy similares. Sin embargo, gracias a la apariencia de sus pequeñas y suaves espinas de color blanco, se la conoce popularmente como planta de hielo ya que parece que lleva una sutil capa de nieve cubriendo sus hojas.
Originaria de África, es súper fácil de cuidar y apta para principiantes.
Cuidados básicos de la planta de hielo
- Luz: le sienta bien un espacio a pleno sol.
- Temperatura: si bien soporta las heladas, prefiere temperaturas cálidas que oscilen entre los 20 ºC y los 30 ºC.
- Riegos: moderados y únicamente cuando el sustrato esté completamente seco (si notás que se pone amarillenta o grisácea, tal vez requiera más agua, en especial en su época de floración).
- Sustrato: debe ser arenoso y contar con un buen drenaje.