Pocas flores reúnen tanta elegancia, delicadeza y belleza como las de la dahlia. Esta herbácea perenne forma parte del grupo de las especies coloridas y fáciles de cultivar, y al mismo tiempo al de las plantas para decorar en otoño.
"Las dahlias son conocidas por su belleza y su amplia gama de colores y formas, desde flores simples hasta grandes y complejas flores dobles", dice en su cuenta de Instagram la Paisajista Clara Marré (@en_raizar).
Nativa de México, la Dahlia (su nombre científico) es una de las plantas con flor más buscadas desde siempre. Sin embargo, es en verano cuando aumentan las ventas en florerías y viveros, porque es justo la época cuando aparece su esperada y llamativa flor, la cual se mantiene hasta finales del otoño.
Se las puede puede encontrar en un amplio abanico de colores vibrantes que van desde el rosa y el violeta hasta el blanco, el amarillo y el naranja.
Pero además de lo exótico de sus flores, la dalia sorprende por la gran variedad de ejemplares que existen: ¡su familia botánica incluye más de 2.000 especies diferentes!.
Pero las variedades más frecuentes son:
- Dalia cactus.
- Dalia decorativa.
- Dalia pom-pom.
Apta para interiores y exteriores, si bien puede alcanzar hasta el metro de altura, las especies más pequeñas -las más populares-, oscilan entre los 30 cm y 40 cm. Todas las variedades se pueden cultivar sin problemas en macetas o directamente en el suelo.
La dahlia es una flor impresionante y versátil que ha cautivado a los amantes de la jardinería y a los aficionados a las flores durante siglos.
Clara Marré - Paisajista
Cómo cuidar una Dhalia
- Luz: requiere de una buena cantidad de luz solar para poder crecer, desarrollarse y florecer con todo su esplendor.
- Ubicación: en interiores conviene colocarla junto a una ventana o en un punto del interior de la casa que sea bastante luminoso (en caso de haya una luz muy brillante, es mejor optar por una zona de semisombra o luz tamizada). En exteriores se recomienda protegerla de los vientes fuertes ya que puede dañar sus flores.
- Temperatura: si bien prefiere los climas templados, es capaz de soportar tanto el calor como el frío, llegando a aguantar heladas leves de hasta -5º C.
- Riegos: deben ser frecuentes y abundantes en los días y temporadas de mayor temperatura. Es fundamental regar siempre sobre la tierra, sin mojar sus hojas ni sus flores para evitar problemas con los excesos de humedad.
- Sustrato: debe ser fértil, rico en nutrientes, suelto y con un buen drenaje.
- Fertilizante: se recomienda apostar por fertilizantes orgánicos y ecológicos, como el humus de lombriz y el compost.
- Duración de la flor: por lo general, la flor de la dalia dura todo el verano, y hasta bien entrado el otoño. Comienzan la floración 8 semanas después de la siembra. En el caso de que las flores sean cortadas, durarán cerca de cinco o siete días como máximo.