El concepto de desapego de objetos y la organización de espacios para lograr el bienestar interior está influenciado por varias corrientes filosóficas y diferentes pensadores.
La filosofía budista lo aborda como una forma de liberación del sufrimiento, ya que sostiene que aferrarse a los objetos materiales y emociones puede ser su causa.
Lao Tsé fue un filósofo chino antiguo y fundador del taoísmo, corriente de pensamiento en la que también se valora el desapego y la simplicidad como medios para alcanzar la armonía con el Tao.
Mahatma Gandhi abogó por la simplicidad y la renuncia a las posesiones materiales como parte de su filosofía de vida.
Alineada con estos principios, en los últimos años, cobró gran relevancia Marie Kondo, la autora japonesa y experta en organización -conocida por su método KonMari- que se centra en conservar solo aquellas cosas que "despiertan alegría".
En este sentido, tendencias como el minimalismo se han impuesto en la decoración, con exponentes como Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus, conocidos como "The Minimalists".
Estos pensadores comparten la idea de que liberarse del exceso de posesiones y practicar el desapego puede conducir a un mayor bienestar interior al reducir el estrés, promover la claridad mental y permitir una vida más significativa.
5 pasos fundamentales para iniciarse en la práctica del desapego para organizar los espacios
Primero, debemos tener una visión clara de cómo queremos que sea nuestro hogar, nuestro lugar de trabajo, nuestra vida en general e intentar alcanzar esa visión mediante la organización y el orden.
1- Hacete una serie de preguntas básicas y respondelas a conciencia:
-¿Por qué estoy guardando esto?
- ¿Tiene algo que ver conmigo en el presente?
- ¿Qué sensaciones voy a tener cuando me deshaga de este objeto?
2- Cuáles son los artículos "tóxicos" que podemos tener en casa
- Objetos que ya no usás
- Ropa que no te gusta o que no usás desde hace mucho tiempo, ropa interior rota
- Objetos rotos
- Cartas y notas antiguas
- Plantas muertas o enfermas
- Recibos, facturas y revistas antiguos
- Zapatos desgastados por el uso
- Cualquier tipo de cosas sin utilidad presente que te recuerden el pasado.
- Si tenés hijos, los juegos que no usan, que no funcionan o están rotos.
3- Hacé una limpieza general, habitación por habitación
Empezá por revisar cajones y armarios, tomá una habitación a la vez, a tu propio ritmo. Utilizá cajas, contenedores y recipientes para ayudarte en la organización posterior.
4- Seleccioná, separá, clasificá
Es frecuente abrumarse ante la presencia de muchos objetos, con lo cual lo primero será reunirlos en grandes grupos para, luego, hacer una nueva revisión. Estos pueden ser:
a- Donar
b- Tirar
c- Vender
d- Reparar
5- La limpieza del exterior refleja la del interior
Cuando hayas terminado la etapa anterior, es hora de hacer hincapié en la armonía de tus espacios, así que podés reorganizarlos y dale tu toque personal teniendo esto en cuenta:
- Evitá sonidos fuertes o desagradables
- Ambientá con luces tenues que te transmitan bienestar
- Elegí los colores que te transmitan serenidad
- Aromatizá con olores naturales
- No tengas a la vista cosas que te traigan recuerdos tristes.
- Terminá lo que tengas pendiente y, si. creés que no lo vas a hacer, borralo de tu lista
- Cultivá la energía positiva en tu hogar
Fotos: Pinterest
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