Ideada por Carla Boretto y bautizada Casa Teressa, fue pensada como un refugio de fin de semana.
Los dueños de la vivienda querían un gran espacio de estilo mediterráneo, con ambientes integrados, fáciles de mantener y frescos. La simpleza llevada a su máxima expresión es la seña particular de esta obra.
Aprovechando el inicio de la Semana Deco Para Ti, te mostramos algunos de los espacios más destacados de esta bellísima casa que fue parte de la edición #191 de la revista Para Ti Deco, que ya está en los kioscos y que también podés recibir en la puerta de tu casa.
Paraíso mediterráneo
Las paredes de toda la casa están revestidas en Tarquini color Piedra París, los pisos son de hormigón blanco curado en cortes de 1 x 1 m y los techos, de doble altura, son de madera pintada de blanco. El uso de pocos materiales y el blanco como base, dominan la escena.
El living comedor es un gran ambiente integrado que conecta a las dos galerías de cada lado, ya que el diseño de la casa es muy simple.
Allí, dos grandes sillones blancos con funda de tussor off white se suman a esta deco de verano. A su lado, la robusta mesa de comedor de madera maciza (Arte Rural) con sillas de rattan (@surabayadeco), testigo de numerosas comidas con familia y amigos.
La cocina se resolvió con prácticamente un solo y noble material (cemento alisado) y muebles de madera muy sencillos, todos hechos a medida.
Al centro, una isla completa, que suma espacio de guardado y oficia como desayunador, junto a unas banquetas de madera y rattan. Lámparas colgantes (@surabayadeco) y objetos traídos de Marruecos (@kasbah.arg).
El dormitorio principal resume el espíritu de la casa con un colchón directo al piso, ropa de cama liviana con géneros (María del Carmen Altamirano) mesitas de luz de madera y una alfombra.
Las galerías se hicieron con una estructura de troncos de palmera a los que se les cortaron los cuatro cantos para que el resultado fuera diferente.
El techo se cubrió con esterilla y policarbonato para la lluvia. Aquí, la vedette es la robusta mesa (Arte Rural): mide 4,30 metros de largo y es un tablón entero de pino Oregon, muy viejo, al que se le sumaron las patas talladas. Las sillas son madera de petiribí y las lámparas, de fibras naturales (Surabaya). Para el almuerzo, la dueña de casa armó una mesa con algunos cubiertos antiguos con detalles tejidos.
Otra de las galería permite apreciar mejor el techo resuelto con cortinas de esterilla. La chimenea de cemento fue hecha de manera artesanal y permite estirar el uso de este espacio incluso en alto invierno. Unos bancos de material bordean todo el perímetro, proponiendo diferentes asientos, todo en una escenografía con sabor mediterráneo.
Aquí, al centro, dos mesitas de pino Brasil dialogan con unos silloncitos bajos de rattan traidos de la India. De costado, sorprenden las lámparas de fibras (Surabaya).
Producción: Pili Pefaur.
Fotos: Alejandro Carra.
