Pasamos una gran parte de nuestra vida en casa. Vivimos los momentos más íntimos y privados y nos mostramos tal cual somos. Es por eso que no hay nada mejor que tratar de crear ambientes placenteros, que incentiven el bienestar, la felicidad y la productividad.
Pero además, está comprobado que nuestro entorno influye en cómo descansamos, producimos y nos sentimos. Los colores y los tipos de materiales ejercen una gran influencia. Incluso hay algunos ejemplos: se sabe que un ambiente totalmente blanco, genera ansiedad; los colores pasteles comunican calma y los vibrantes invitan al movimiento. Y básicamente, de esto se trata la decoterapia.
En esta nota, la experta Natalia Olivera nos cuenta de qué se trata este nuevo concepto que está revolucionando el mundo del diseño de interiores y cómo aplicarlo en casa para sentirnos más felices y a gusto.
Qué es la decoterapia
Se trata de un nuevo concepto que nos lleva a reflexionar sobre la manera en la que nuestra vivienda afecta diariamente a nuestras emociones.
Ya no hablamos de moda, tendencias, gustos personales o estilos decorativos, sino de una serie de pautas básicas que, si se aplican, pueden ayudarnos a sentirnos más cómodos, relajados y felices en casa.
Cómo aplicar la decoterapia en casa
1. El rol de la luz natural
La primera regla es dejar entrar la luz. Se trata del factor que más afecta a nuestro estado físico y mental. Incluso podemos decir que es un material más con el que hay que trabajar y esencial a la hora de "sanar" el espacio ya que está comprobado que ayuda a la concentración, disminuye los niveles de estrés y ansiedad, ayuda a dormir mejor y hace que los espacios se vuelvan más cómodos y positivos.
Si la conjuntamos con la decoración, la clave está en elegir muebles claros ya que las tonalidades más oscuras absorben la luz. Esto mismo se aplica para la elección de los colores de las paredes, el tipo de tejidos para las cortinas y la tela para los sillones. Cada centímetro del espacio puede contribuir a darle batalla a la oscuridad, tan solo eligiendo tonalidades claras.
2. El poder de los colores
¿Sabías que los colores son capaces de transmitir emociones? Lamentablemente, solemos elegir colores que nos gustan a la hora de pintar paredes o seleccionar objetos, sin tener en cuenta qué emociones disparan en nosotros o la actividad que realizamos en ese espacio en cuestión. Y no todos los ambientes admiten las mismas tonalidades.
Lo mejor, es no utilizar un color, aunque sea tu favorito y menos aún en todos los elementos decorativos ya que sería la receta perfecta para el estrés. El blanco como base es un gran recurso para ambientes pequeños ya que genera una sensación de amplitud y luminosidad, y permite la posibilidad de jugar con la decoración al no ser un color invasivo.
3. La importancia de los espacios verdes
Las modas pasan, las plantas permanecen. Se sabe que los espacios verdes son centrales para cualquier ser humano. Por eso nada mejor que sumar plantas y flores ya que, además de decorar, contribuyen a mejorar el estado de ánimo y reducir los niveles de estrés. También purifican el aire, sirven de barrera visual y auditiva, mejoran la concentración y nos conectan con la naturaleza en su estado más puro y natural.
4. El papel de los estímulos visuales
Hay que animarse a decorar las paredes. Cuadros con temáticas playeras, paisajes o frases motivadoras son más que bienvenidos para que nuestra vida diaria tenga ese empuje y fuerza que muchas veces hace falta. Hay que pensar que el cerebro se maneja con estímulos visuales y qué mejor que ofrecerle recreos a la vista para que los pensamientos sean más positivos y felices. No es solo un cuadro: es parte de la terapia decorativa.
5. La importancia del orden
Existe una nueva generación de gurús del orden que prometen traer la felicidad y la paz mental a la vida, a través de ideas revolucionarias de organización. Se sabe que el desorden y la suciedad afectan directamente a las emociones. Entonces hay que incorporar conductas de orden para ser más feliz.
La decoterapia tiene como finalidad poder mirar a tu alrededor y lograr sentirte conectado con el entorno, con quién sos vos en ese lugar.
Fuente: Natalia Olivera (@deco.bynat)