En esta nota especial de la Semana DECO Para Ti, te mostramos todos los rincones de esta bella casa de cuatro pisos con suelos calcáreos y ladrillo visto, y te contamos cómo fue su proceso de construcción según parte de la descripción elaborada por el equipo del proyecto.
Este complejo proyecto llevado a cabo por el estudio Raúl Sánchez Architects en un angosto edificio de finales del siglo XIX -ubicado en el barrio del Borne de Barcelona- de cuatro plantas pero de apenas 20m2 por cada una, tardó ocho años para convertirse en una realidad, pasando por todo tipo de situaciones: problemas urbanísticos, okupas, desacuerdos normativos, cambios de uso, una obra lenta y complicada...
Pero durante todo este tiempo se mantuvo férreo e inalterable el deseo del cliente de dejar los muros con el ladrillo visto y de usar mosaico hidráulico, todo un cliché en Barcelona.
Apenas se ingresa a la propiedad se accede a la cocina. A excepción del mobiliario de esta, nada más ocupa la planta, permitiendo así que sus usos se puedan revertir con el tiempo o la necesidad, así como convertir la planta en un espacio de trabajo.
Acceso-cocina-comedor, estar, baño-vestidor, dormitorio y terraza, forman, de abajo a arriba, la secuencia de uso.
La escalera que comunica las cuatro plantas es un cilindro exento que recorre toda la altura del edificio sin tocar en ningún momento sus muros.
Hacia la fachada interior, el hueco de escalera es un vacío a cuatro alturas que une todo el interior y muestra la sorprendente esbeltez del edificio.
Los pasos de las instalaciones, al descartar desde el inicio regatas en los muros, toman un papel especial y relevante en el interior: 7 cilindros de acero inoxidable recorren toda la altura del edificio conduciendo en su interior todas las instalaciones de electricidad, ventilación, fontanería, extracción, saneamiento, climatización y telecomunicaciones en 6 de los cilindros, dejando uno hueco para futuras necesidades.
Estos cilindros no se disimulan y recorren el edificio atravesando muebles y forjados. El resto de las instalaciones se hacen siempre vistas, nunca empotradas, remarcando la rudeza de los muros de mampostería sobre los que se ubican.
Por el contrario, todos los detalles sobre los muros existentes son directos y brutos: los marcos de las ventanas se hacen con mortero directo, los premarcos no se disimulan, y los elementos estructurales de atado se dejan sin pulir.
En el baño principal -y al igual que en la cocina-, a excepción del equipamiento y mobiliario, nada más ocupa el espacio de manera tal que sus usos se puedan revertir según necesidades.
Ficha técnica
Arquitectos: Raúl Sánchez Architecs.
Área: 105 m².
Año: 2022.
Fotos: José Hevia.