En un ambiente tan importante como es el dormitorio, si no realizamos una rutina de limpieza adecuada pueden acumularse bacterias, ácaros y mucho polvo, afectando directamente nuestra salud y calidad de sueño.
Pero como sabemos que en la vorágine del día a día esto puede resultar todo un desafío, elaboramos una lista con los mejores tips y consejos de profesionales para que vos también puedas seguir una rutina de limpieza fácil y efectiva, y mantener tu cuarto siempre impecable.
1. Ventilá todos los días y antes de limpiar
Para que el cuarto se mantenga libre de gérmenes y bacterias, es importante ventilar, mínimo, durante 15 minutos todos los días. Y es que la entrada de aire fresco, no solo proporciona luz y calidez, sino que además contribuye a reducir la cantidad de polvo y ácaros para que la limpieza posterior sea un poco más llevadera.
2. Hacé la cama después de ventilar
Hacer la cama todos los días es un hábito muy bueno en general. Sin embargo, los expertos recomiendan hacerla después de ventilar, ya que el aire nuevo y fresco reduce la cantidad de polvo y bacterias que suelen acumularse en la ropa de cama.
3. Ordená el cuarto
Antes de empezar con la limpieza, es súper importante ordenar un poco. Si hay ropa y objetos tirados en el piso, sobre una silla o pie de cama, juntalos y ponelos en su lugar o para lavar.
Siempre recordá que si hay desorden en el dormitorio, la limpieza se vuelve todo un desafío porque vas a tardar más y no limpiarás correctamente las diferentes superficies.
4. Usá la aspiradora para limpiar las zonas más difíciles
La aspiradora es un electrodoméstico indispensable para las zonas más difíciles de limpiar como debajo de la cama o los rincones. Además, al aspirar, el polvo no se esparce por aire (como sí ocurre con la escoba).
Si tenés alfombras, también aspiralas en profundidad para asegurarte de que se vaya toda la suciedad acumulada.
Un tip: insistí en las zonas con cables, abajo de la cama, y en las partes de atrás de los muebles que tengas en el cuarto.
5. Limpiá de arriba hacia abajo
Los expertos en orden y limpieza siempre recomiendan limpiar primero techos, luego paredes y por último muebles. Esta es una estrategia súper eficaz para que el polvo y la suciedad no caigan sobre lo que ya limpiaste.
6. Limpiá todo el resto
El último paso es limpiar todos los objetos y complementos que tengas en el cuarto: desde lámparas y marcos de cuadros, hasta estantes, espejos, altos de armario, puertas, ventanas...
Todos estos elementos también acumulan suciedad y polvo, y tienen que ser limpiados.
