Los dormitorios mini no tienen por qué ser incómodos ni aburridos... Si bien es cierto que decorarlos y equiparlos puede ser todo un desafío, existen algunos truquitos que te ayudarán a convertirlo en tu refugio favorito y que parezca más grande visualmente.
Y no se trata solo de cambiar la pintura de las paredes a un color blanco o sumar varios espejos... El truco definitivo está en elegir y combinar bien las proporciones de los muebles y en seleccionar las formas más idóneas para el espacio que ocupa esa habitación.
Anotá estos 5 tips y comprobá vos misma como tu dormitorio mini "crece en metros" y en estilo.
1. Un único punto focal
Todo espacio necesita un punto focal, es decir, un elemento de diseño que se lleve todas las miradas al ingresar a la habitación.
Puede ser una lámpara, un perchero, un cuadro, un objeto de diseño o algún detalle de color que llame la atención y se robe las miradas al ingresar al ambiente.
2. Cama y colchón bajos
Puede parecer que, cuando hablamos de dormitorios mini, la mejor opción sea una cama también mini. Pero lo que realmente importa es que sea una cama baja con un colchón bajo.
Pero si las camas al ras del suelo o estilo tatami no terminan de convencerte, podés ir por una opción más convencional y elegir una con las patas pequeñas y finas. De esta manera, conseguirás que la habitación resulte más fresca visualmente.
3. Textiles y ropa de cama discretos
Los cuartos chicos necesitan menos textiles: una cama repleta de almohadas dará sensación de pesadez.
Por eso, en estos casos, nada mejor que elegir ropa de cama linda pero relajada, en tonos pastel, neutros o con estampados suaves.
4. ¿Un respaldo o un cuadro?
Si elegiste un respaldo para tu cama, olvidate de poner cuadros en el dormitorio, es mucha información. Todo gira alrededor de la idea de no sentirte agobiada apenas entras al cuarto, porque al fin y al cabo, es un lugar para relajarse...
Por eso si tenés respaldo y sumas un cuadro en la misma pared, vas a ser que se perciba más pesada.
Si por el contrario tenés una habitación con una cama "ligera", un cuadro se puede convertir en la mejor opción, actuando, incluso, de improvisado respaldo.
5. Dos o tres objetos (como máximo)
En dormitorios mini mantener el orden es fundamental. Por eso lo ideal es que no tengas más de dos o tres objetos en la mesita de luz.
Es preferible tener dos o tres piezas grandes que muchas pequeñas. Una lámpara, el libro que te estés leyendo y una caja para guardar cosas. El resto (como cuadros, velas, etc.) es mejor llevarlos a un lugar más espacioso.
6. Colores claros
Por regla general, los colores claros son grandes aliados para iluminar y ampliar visualmente cualquier espacio.
Blanco, beige, crema y tonos pasteles son una opción súper válida, además de relajante.
Pero esto no quiere decir que los tonos más oscuros y vibrantes queden afuera: si bien también se pueden sumar, se recomienda hacerlo con discreción o a través de objetos deco, pintando una sola pared o un mueble independiente, sin caer en los excesos.
7. Evitar los contrastes
Muchas veces se comete el error de usar colores y texturas diferentes, provocando un corte visual en el ambiente. Lo ideal es mantener el color de piso a techo y usar muebles de estilos similares.
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