Ubicada en un barrio porteño que aún conserva los rituales de barrer la vereda y charlar con los vecinos, esta antigua casa chorizo devino por obra de la diseñadora Marcella Rela, en un original loft de carácter escenográfico, con grandes alturas predominantes y un origen industrial que contrasta con una ambientación que evoca el Oriente Nipón, un universo muy presente (y querido) para la diseñadora.
Propuesta escenográfica
Dos enormes esculturas de la escenógrafa -tótems tribales inspirados en los Toriis del Japón medieval- enmarcan el living en el acceso a la casa, junto al portón de entrada original. El lit de repos, versión libre del que tuviera Jean Michel Frank en su estudio parisino allá por los 30; una vieja mesa de taller atribuida a Marta Minujín, un par de silloncitos vintage con la seda lustrosa por el desgaste y viejas alfombras heredadas, conforman este living ecléctico.
El misterio de lo que se insinúa, aquello que se ve, y lo que se imagina; las líneas rectas y curvas que se alternan; las texturas nobles y suntuosas de géneros y madera y, las obras de Gustavo Dalinha especialmente elegidas para este espacio, invitan a percibir este lugar como una gran puesta en escena, en donde de inmediato nos vemos allí como protagonistas. Tótems y paneles centrales, también en madera maciza, conforman un gran tríptico.
Un dormitorio con alma oriental
Al fondo del espacio central se incorpora a la escena el sector dormitorio, con la cama Cairnie como protagonista: el diseño está inspirado en la experiencia colonial europea en la Indochina y el Japón, y fue realizada con manufactura artesanal en petiribí macizo. Algodones puros de Madrás, linos, lienzos y seda natural se presentan en géneros a rayas, franjas, escoceses, tramas a la vista, brillos, satinados y opacidades.
Comedor + cocina con acento industrial
Bajo un el cielo permanente que regala un techo vidriado a 8 metros de altura, este generoso sector contempla una cocina integrada con muebles netos, casi de taller, en petiribí macizo; un mesón/barra en chapones recuperados y tablón macizo de araucaria y una larga mesa de comedor con sillas de jardín. Acompañan una isla verde, con especies exóticas, un cuadro con geishas y otro inspirado en la naturaleza.
Como plus, un cuarto de huéspedes
En la planta alta se encuentra este cuarto de huéspedes con salida directa a la terraza. Los verdes juegan aquí su variante acuática a partir de la Obra “Burbujas”, plena de turquesas y aguamarinas superpuestos, junto a una mesita armada con de piezas recuperadas del taller de Aldo Viadana, carpintero/escultor que trabaja desde hace 30 años con Marcella. Ventanales recuperados, algodones dobles cuadrillés y terciopelo verde, cachemire, linos estampados y colgantes varios para iluminar, son de la partida. (Izq. ab.) Marcella Rela, escenográfa, diseñadora y alma mater de loft con acento artístico, dice sobre esta casa.
Producción: Flopppy Dursi.
Fotos: Ale Carra.