Una vez más, quedó demostrado que lo retro siempre vuelve y los pisos de madera en espiga volvieron a ser tendencia.
Sin embargo, esta temporada prometen convertirse en los nuevos favoritos y conquistar todos los ambientes de la casa, incluido el baño y la cocina.
En esta nota especial de la Semana Deco Para Ti te contamos todas sus ventajas para que vos también te enamores.
Pisos de madera en espiga: el regreso de un clásico
Si bien no es hasta la Edad Media cuando aparece el parquet propiamente dicho, los pisos de madera se utilizan desde el año 3000 a.C. Pero además de diferenciarse por los tipos de madera y acabados utilizados, lo hacen también por la disposición de las lamas. Y la de espiga tuvo su época de esplendor hace cuatro o cinco décadas, ¡y ahora vuelve con fuerza!
Y es que el dibujo que crea la colocación de sus láminas en ángulo de 60º aporta dinamismo y elegancia a los pisos. Además, suma calidez, alarga visualmente el espacio y distribuye mejor la luz.
Hoy en día, así se trate de tablas de madera, laminados o porcelánico símil madera, es posible lograr el efecto de instalación en espiga y jugar con el diseño en zigzag y con la combinación de las tonalidades y veteados.
Y ya no se usa únicamente en casas de estilo clásico: ahora encaja en los ambientes más actuales y contemporáneos, y combina con todos los estilos decorativos -desde el total white hasta al más barroco, pasando por el nórdico y todos los estilos acabados en chic-.
Una de las principales características de este tipo de pisos es el dinamismo que aportan al espacio.
Si bien antes era más común ver suelos de madera con instalación en espiga de lama corta, ahora se tiende a alargar y ensanchar esa lama para ampliar visualmente el espacio. Así que mientras más grandes sean las lamas, más ampliarán visualmente un ambiente.
Los pisos en espiga, como te contamos anteriormente, pueden ser de madera, laminado, cerámico imitación o vinílico. Pero también hay opciones con sistema click, que una misma lama se puede utilizar tanto en el lado derecho como en el izquierdo del patrón en espiga. De esta manera se agiliza la colocación y se reduce la cantidad de material desperdiciado.
En cuanto a la instalación, se coloca sobre una superficie rígida y nivelada. Y para que te des una idea, las lamas se ponen de a una, encajándolas como un rompecabezas y respetando las juntas de dilatación con las paredes.
Las piezas de un piso en espiga pueden tener o no bisel, esa ranura que separa las lamas. Ese espacio no tiene más de un milímetro de ancho y crea un efecto más marcado del suelo. Esta elección está condicionada por gustos personales.
Otra de las ventajas que tienen los pisos de madera en espiga es que se pueden combinar con otro tipo de suelos sin ningún problema, desde calcáreos hasta lamas de madera horizontales y microcemento. El resultado será más ecléctico y dinámico, e incluso sirve mucho para separar visualmente zonas dentro de un mismo espacio diáfano.