Rocío y Leandro, los dueños de esta casa, tomaron las riendas de cada detalle de su diseño: desde la forma de la planta, hasta la recorrida por corralones para comprar materiales, la elección de las terminaciones y aberturas, y por supuesto, la deco y el paisajismo, que también corrió por su cuenta. Así lograron la casa que soñaban, abierta al verde y pensada para recibir.
Un patio andaluz como bienvenida
El frente de la casa tiene un diseño simétrico, con la puerta en hierro y vidrio repartido al centro. Como la vivienda tiene orientación norte y el jardín posterior recibe sol todo el día, en el acceso se sumó este patio interno que resulta el lugar más fresco para pasar las tardes de verano y al mismo tiempo, le da intimidad al conjunto al tapar el frente vidriado. Con pisos en damero, una fuente hecha con calcáreos y un grifo con diseño (Robinet) tiene todos los condimentos de un patio andaluz.
Concepto abierto para el área social
El área social es generosa y de concepto abierto, ya que se pensó con el foco en el verbo compartir (con amigos, con familia): living, comedor y cocina se unen en un gran espacio que a su vez asoma hacia la galería y el patio interno, responsables de bañarlo de luz.
En el sector living, un mueble entablonado con nicho para la tevé y un hogar de bioetanol marca el eje hacia el que miran el sofá con funda blanca, un BKF de cuero de potro y el clásico Chesterfield. Al centro, mesas de rodaja de tronco con patas de hierro.
El comedor tiene la vista mas linda de la casa, ya que una de las cabeceras da a la entrada y la otra a un ventanal de paño fijo que tiene un cantero: a la hora de diseñar la casa, la prioridad fue que se pudiera ver verde desde todas las ventanas. La mesa es de guayubira, bien rústica, acompañada de sillas de respaldo envolvente tapizadas en pana. Las cortinas de toda la casa son de gasa pañalera.
La cocina integrada es por lejos el lugar favorito de Rocío, la dueña de casa. Su generosa mesada central resulta ideal para las reuniones con amigas y familia (mientras una cocina se arma la charla) y el largo ventanal de hierro y vidrio repartido que acompaña el largo de la mesada principal de pared a pared, la baña de luz. Para este espacio se eligieron mueble bajomesada con frentes en termoformado color gris, mesadas en Coverland Calacatta (Marmolería Carrara) y una grifería mate (Ikea). Además, se sumó un vajillero en el mismo material, con el intrerior revestido en madera. Lámparas con luces led le dan profundidad al espacio.
Otra de las protagonistas de esta casa es su escalera, resuelta con barandas de hierro y escalones revestidos en el mismo piso que se usó para todo el proyecto (los porcelanatos Legni Ibera, de Ilva). La composición de lámparas (Pal) se pensó estratégicamente para que se pudieran lucir a través de la ventana fija (que da al frente.
Los espacios privados: dormitorios y baños
La master suite está precedida por un hall de distribución que da al vestidor y al baño, y fue tratada como un auténtico lugar de descanso, con pocos elementos y una paleta clara que genera calma. Solo las mesas de luz con tapa de Carrara dan el toque de color junto con los veladores (Ikea). Las cortinas son de doble riel con black out y gasa pañalera y cuelgan desde un cajón que permite ocultar el riel: un esquema que se repite en todos los ambientes.
Los baños de la planta alta tienen el mismo diseño, totalmente revestidos en microcemento con excepción del área de ducha que lleva azulejos Zelliege. Las griferías son modelo Livy (FV) con bachas de apoyo de Cree (Barugel).
El dormitorio de la pequeña Antonia fue pensado con una paleta colorida. Aquí se armó un mix entre objetos modernos y muebles con historia, como la cómoda antigua restaurada y pintada de verde y la lampara (PAL).
Blanco y negro para el contrafrente
En este plano del confrafrente se aprecia la funcionalidad de la casa, ya que todos los ambientes miran hacia la galería y la pileta, en perperndicular, aparece como una continuación del living de exteriores, ubicado en un espacio semicubierto. A su lado, el comedor de exteriores y la parrilla, se cierran con toldos automáticos (Toldos Incardona) que resultaron claves para los días de verano, y tiene una pérgola de hierro con techo entablonado en color negro (un detalle que se repite en el balcón de la planta alta).
El juego de blanco y negro es también aquí una constante. La deco y el paisajismo son absoluto mérito de los dueños de casa.
Fotos: Alejandro Carra.