Parece una cala, pero no lo es. El espatifilo gana terreno en las diferentes plataformas de inspiración y se consagra como una de las mejores plantas para tener en casa. Pero la tendencia de sumarla a los diferentes ambientes va más allá de lo estético: es una especie muy recomendada para mejorar la calidad del aire y reducir los niveles de humedad.
En el marco de la Semana Deco Para Ti te contamos todas sus curiosidades y cuidados para que te animes a sumarla al interiorismo de tu casa. ¡A nosotras nos encanta!
Espatifilo: la planta más trendy y anti humedad
También conocida como lirio de la paz o cuna de moisés, el Spathiphyllum wallisii (su nombre científico) es una planta perenne de origen sudamericano que se adapta con facilidad a cualquier entorno.
Además, es súper fácil de cuidar, por lo que podríamos decir que es perfecta para principiantes -o expertos- en el mundo de la jardinería.
Por otro lado, su exquisita combinación del verde de sus hojas lanceoladas con el blanco de sus flores resulta perfecta para decorar con sutileza y elegancia cualquier rincón de la casa, ¡incluido el cuarto de baño!.
Sin embargo, en el último tiempo, cobró un mayor protagonismo ya que es una de las plantas más recomendadas por la NASA para eliminar del aire que respiramos tóxicos como el benceno, formaldehído, xileno, amoniaco y tricloetileno.
Además, es capaz de absorber la humedad y contribuye a eliminar los malos olores.
Pero no todo es ventajas... Y es que hay que tener mucho cuidado con esta esta especie ya que resulta tóxica si se ingiere. Lo mejor es mantenerla alejada de los niños y las mascotas.
Cómo cuidar un espatifilo
- Luz: si bien prefiere un ambiente bien luminoso pero sin sol directo, puede adaptarse a espacios con poca luz y sombra parcial.
- Temperatura: le sientan bien las más cálidas que oscilen entre los 15 ºC y los 30 ºC. Se recomienda no exponerla a inferiores de 7 °C, ya que podría no resistirlas.
- Riego: debe ser moderado y siempre hay dejar que el sustrato se seque entre riego y riego. Es clave regarla con agua a temperatura ambiente y libre de cloro.
- Sustrato: agradece una tierra rica en materia orgánica y bien drenada.
- Fertilizante: se le puede aplicar cada 15 días durante los meses de primavera y verano.
- Poda: cuando comienza a marchitarse, hay que podarla dos o tres centímetros por encima de la unión con la hoja. Pasado un mes, el tallo se habrá secado y se tiene que retirar para que vuelva a florecer.
Foto de apertura: gentileza @veropalazzo.