El estilo ibicenco proviene del Neolítico en el Oriente Próximo y fue importado por la cultura fenicia a través de sus viajes a la isla de Ibiza.
Forma parte del interiorismo mediterráneo en los que se respiran aires de frescura, relax y buenas vibras, y es uno de los favoritos de las casas de verano.
No sólo apunta todas las fichas a crear ambientes luminosos, simples y relajados si no que además, promueve la conexión con la naturaleza a través de diferentes materiales. Eso si: siempre siguiendo con la línea de que menos es más.
Claves del estilo ibicenco en la decoración de interiores
1. La supremacía del blanco –en interior y exterior- es clave ya que aporta uno de los ítems fundamentales que este estilo promueve: ambientes luminosos. Se puede combinar con otros colores asociados al mar como el turquesa o azul, dando como resultado un ambiente equilibrado y relajado.
2. La luz natural es la gran protagonista en este estilo y un elemento clave. Las ventanas grandes son fundamentales al igual que la predominancia del blanco –arriba mencionado-, para potenciar la luminosidad del ambiente.
3. La conexión con la naturaleza a través de diferentes materiales, es otro punto imprescindible en este estilo. La madera es la protagonista y suele estar en un estado natural. Mimbre y bambú, también son característicos.
4. La sencillez en la decoración es clave. Nada tiene que sobrar, todo tiene que estar distribuido de manera práctica y funcional para así lograr equilibrio y armonía.
5. Los textiles de fibras naturales como lino y algodón son perfectos para los hogares con estilo ibicenco, transmitiendo frescura y serenidad al ambiente.
Texto: Pilar Passamonte.