No es un cactus, aunque lo parezca. La Euphorbia trigona, también conocida como árbol africano de leche, es una de las plantas del momento.
Súper resistente y apta para principiantes, queda divina en una maceta canchera en la entrada de la casa aunque también se lleva muy bien en cualquier ambiente.
Originaria del sudoeste africano, pertenece a la familia de las Euphorbiaceae y suele confundirse con los cactus ya que su aspecto es muy similar y posee unas estípulas desde donde salen espinas.
Sin embargo, su principal diferencia -además de sus cuidados y que no produce flores- es que en la parte superior de la planta surgen algunas curiosidad hojas de unos 5 centímetros de longitud con forma de espátula.
Esta suculenta de porte estilizado y ramificado, se vuelve arbustiva con la edad y puede alcanzar hasta 2 metros de altura en macetas y hasta 4 metros en su hábitat natural.
Si bien su tallo es de color verde, una de sus variedades más conocidas, la Euphorbia trigona 'rubra', los posee de un color más rojizo.
Un dato curioso es que cuando se le realiza un corte desprende un látex de color lechoso, el cual puede resultar muy irritante si entra en contacto directo con la piel. De ahí su nombre vulgar "árbol africano de leche".
Cómo cuidar una Euphorbia trigona
- Ubicación: en exteriores prefiere la mediasombra mientras que en interiores la luz solar indirecta.
- Temperatura: entre los 20 ºC y los 28 ºC. En climas muy fríos se muere, por eso es importante que se la proteja de las heladas.
- Riego: debe ser moderado ya que no tolera el exceso de agua. Se recomienda hacerlo únicamente cuando el sustrato esté completamente seco.
- Sustrato: se recomienda apostar por uno con buen drenaje y para plantas crasas.
- Fertilizante: si bien no es necesario, se puede abonar con compost durante la primavera para estimular el brote de las hojas nuevas.
- Poda: no es necesaria.
- Plagas: puede ser atacada por la mosca blanca, en caso de sequía, o por hongos en caso de exceso de riego.