En plan de reformar por completo la casa que había adquirido junto a su familia, la arquitecta Manu Berraz puso en práctica algunos lineamientos que propone la neuroarquitectura. Colores pasteles y gastados, maderas claras, arcadas copiadas del estilo Mediterráneo y otras formas orgánicas, logran aquí ambientes tan relajados como estimulantes, y donde siempre es agradable estar.
Curvas y tonos relajantes para el living
La chimenea, original de la casa, marca la escena en este pequeño living donde el clima es de relax. “El mayor objetivo de la reforma fue lograr que los ambientes transmitieran paz. Por eso aproveché mi especialidad en Neuroarquitectura y diseñé los espacios de acuerdo a las sensaciones que buscaba que transmitieran: pensamos en los colores, los aromas, la iluminación, las formas, la experiencia en sí”, explica Manu Berraz (@arq.manuberraz).
Las formas orgánicas están a la orden del día en esta casa diseñada bajo los preceptos de la neuroarquitectura. Dan cuenta de ella el sofá curvo en pana (@aurahome.ba) y la mesa baja con tapa irregular (Achalilas, diseñada por Manu Berraz). El espacio se completa con dos sillas Tatami orientales en madera de lenga (@hammaks.argentina) y una alfombra (@carinamichelli).
Detalles cozy para el comedor
En el comedor, la mesa (Inercia BA) dialoga con las sillas de asiento en hilo kraft (Moller). Florero con flores secas (@rancho_deco) y lámpara blanca (FOS). Por detrás, una biblioteca hecha a medida en una combinación de enchapados en petiribí y estructura de hierro color bronce (Carola Mauer) suma objetos decorativos (Casandra estudio).
"Es muy importante entender cómo funciona nuestro cerebro de acuerdo a los estímulos del entorno para saber así qué necesitamos que nos de la arquitectura", dice la arq. Manu Berraz.
Una cocina dinámica
“La cocina fue pensada ante todo desde nuestro uso: nos preguntamos cómo es nuestro ritmo y dinámica cuando estamos en la cocina. Lo más importante era que fuera funcional dentro de la estructura existente. Usamos colores cálidos y pálidos y toques que le dan un plus de diseño”, explica Manu Berraz.
Todo el bajomesada se resolvió en melanina roble Kendal (Egger), con mesada de color Pearl Jazmine (Silestone) y una alzada con cerámicos Ivory (Syria). En el sector central, en lugar de alacenas se optó por estantes en la misma melanina Roble.
En el comedor diario, mesa redonda con sillas Madrid y lámpara colgante Leif (todo de @altoranchocom). Bandeja (Casandra Deco) y tazas y jarros (Fer Datta).
Los arcos: un must de la neuroarquitectura
“Los arcos son originales, me enamoraron desde un principio y no dudé en dejarlos. Además de ser un rasgo de identidad de la casa, iban perfecto con la sensación de hogar cálido que queríamos lograr”, cuenta Manu. En ese sector de circulación, las arcadas son protagonistas. Por eso la deco se suma al “poco pero bueno”: una consola hecha a medida (Stallion muebles) y un par de apliques de pared diseñados por Manu Berraz y fabricados por el herrero Nico Sammartino. Al fondo, maceta con pandurata (Vivero Las Lomas).
El cuarto de yoga. Un toilette con diseño
Lugares sagrados cuidados al detalle
El cuarto de yoga es un lugar sagrado en el que Manu y su marido se sumergen cada mañana. “Este ambiente surgió de una ampliación que hicimos durante la obra y hoy es nuestro espacio para las meditaciones matinales. En un futuro veremos si le cambiamos el uso de acuerdo a lo que demande la familia”, cuenta.
En el toilette, mesada con bacha incorporada de travertino y grifería en esquina (Grifos Ya). Sobre la pared con estucado (realizado por Go Painting) se destaca el espejo de línea orgánica hecho a medida según la plantilla creada por Manu Berraz.
La suite principal. Mesa de luz de tronco, en detalle.
Para el cuarto principal, un acento mediterráneo
“Al dormitorio principal quisimos darle un acento bien mediterráneo, que nos haga sentir siempre de vacaciones, por eso le hicimos el tratamiento limewash a las paredes y usamos objetos y textiles que acompañan la sensación de descanso”, detalla. Durante la reforma, este dormitorio se convirtió en suite sumándole un baño con antebaño o espacio de maquillaje (según la ocasión) y un acceso al vestidor mediante un arco similar a los de la planta baja. La cama con respaldo y piesera de madera (Carola Mauer), suma dos troncos (El Huinca) como mesas de luz: sobre ellos caen unas lámparas de fibras.
El baño en suite fue íntegramente reformado.
Para la reforma del baño también se tuvo en cuenta la estructura original, pero adaptando el estilo a lo que los dueños de casa querían sentir, por eso quitaron la bañadera original y modificaron por completo revestimientos y accesorios. “Las curvas, los nichos, la iluminación pensada y las plantas en el interior son detalles que en este espacio no podían faltar”, dice Manu. Sobre la mesada, velas con concreto (@rancho_deco).
El mueble de baño está realizado en un enchapado en petiribí (hermanos Venturino) con mesada de Silestone Blanco Norte. Aquí las paredes están revestidas con porcelanatos Burlington Ice y microcemento, mientras que en el tercer baño la mesada es de Silestone Blanco Norte.
Exteriores pensados al detalle
“El jardín original no tenía absolutamente nada. Desde el primer momento nos propusimos rearmarlo para poder disfrutarlo al máximo y que resultara un verdadero oasis dentro de la ciudad. Por eso lo principal fue aprovechar al máximo el terreno y construir con formas orgánicas y materiales nobles, generando distintos rincones realmente disfrutables”, explica la dueña de casa. La galería se resolvió con una pérgola de pino Eliotis (Germán Vadacchino), pisos en los mismos porcelanatos interiores (Tribeca Greenwich, de Ilva) y lámparas de fibras (Tetuan Deco).
En un sector se armó un original fogonero en “L”, con un banco de material pintado, donde nunca faltan almohadones y mantas (@rancho_deco). En otro se sumó una pequeña pileta realizada de material y revestida con venecitas blancas, con un cerco de troncos como telón de fondo.
Producción: Malu Satzger.
Fotos: Diego García.