No es gris ni es beige. Pero está en algún lugar entre ambas tonalidades y la combinación que forman es bellísima...
Bautizada "greige", es la nueva tonalidad estrella entre los interioristas y amantes de la deco, y en pocas palabras, se trata de una sutil combinación entre la elegancia del gris medio y la calidez terrosa del beige.
El discreto encanto del color greige
Elegante, versátil y muy delicado, el greige encuentra el punto medio perfecto entre los tonos fríos y los cálidos, por lo que combina prácticamente con todos los colores y genera juegos de contrastes y de tono sobre tono que enamoran a primera vista.
Queda igual de bien si se lo elige para pintar paredes, suelos o aberturas, como en muebles y detalles de interiorismo.
Greige no hay una solo, y entre el gris y el beige, todas las combinaciones en su paleta y proporciones entre uno y otro forman parte de este color tendencia.
Las tonalidades más oscuras son ideales para ambientes amplios y con mucha luz, mientras que aquellas un poquito más claras quedarán genial en espacios más chicos oscuros.
El greige es un color que va muy bien especialmente con el blanco, con el que conforma un mix ideal para un espacio de espíritu sencillo.
Pero también combina a la perfección con el negro, con las tonalidades metálicas y con otras más intensas como verde, azul, naranja y amarillo.
Con los violetas grisáceos o rosados y empolvados también se lleva muy bien.
Detalles en madera y fibras naturales le marcan un rico contraste y resultan muy armónicas y cálidas.