Tal vez suena algo exagerado hablar de esto en el siglo XXI, sobre todo si se evalúan las políticas de género adquiridas en los últimos años. Sin embargo no lo es: el empleo en el rubro industrial históricamente permaneció ligado al género masculino, relacionándolo con la rigurosidad del trabajo y, en muchos casos, con la fuerza necesaria para realizarlo. A medida que se avanza socialmente, para las mujeres se abre el campo de participación en puestos de trabajo fabriles. Un caso de éxito es el de Hunter Douglas, la empresa fundada en Alemania y con despliegue en todo el mundo.
Hunter Douglas Argentina se dedica a la fabricación de productos arquitectónicos, cortinas y toldos a medida. La planta industrial se encuentra en Vicente López y cuenta con más de 100 empleados. Ese número contempla al sector femenino, que dentro de la fábrica cumple roles fundamentales en el proceso de fabricación para llegar a un producto acorde a los estándares de calidad que representan a la marca.
Hunter Douglas cuenta con la certificación ISO9001. Con lo que se fabrica a nivel local se abastece al mercado argentino, uruguayo y boliviano.
Noelia Parra es operaria de planta y se desempeña en el sector de armado para la línea premium de productos de Hunter Douglas. Durante la visita de Para Ti Deco a la fábrica, Noelia aseguró que lo que más me gusta del trabajo es el ambiente y la posibilidad de mostrar su desempeño cumpliendo las diversas tareas cada día.
El antecedente de Hunter Douglas puede parecer uno entre tantos, aunque la realidad todavía difiere un poco de esta historia. De acuerdo a las estadísticas de un informe realizado por el CEP XXI (Centro de Estudios para la Producción) que fue difundido en 2021, las mujeres a nivel nacional representan el 20,7% del empleo industrial formal. Ese porcentaje desciende a 4,2% si se trata de puestos jerárquicos dentro de la industria. Las cifras varían en aquellas industrias dedicadas a la producción textil, donde el porcentaje de presencia femenina acostumbra a ser más alto.
La fábrica
Al igual que en la mayoría de las plantas industriales del mundo, el día de trabajo en Hunter Douglas arranca temprano, a las 6 de la mañana. El propósito bajo el que trabajan todos en la empresa es mantener el estándar de calidad y prestigio que la marca propone detrás de cada producto.
“La importancia de los detalles es la diferencia que ve el cliente. Es la calidad, es lo que va a ver el cliente puesto en su casa o en su lugar de trabajo, por eso le ponemos tanto empeño: para que quede perfecto”, sostuvo Parra. Al testimonio de Noelia se suma el de Leonor Graciela Reinafé, que tiene 52 años y trabaja dentro del sector de rieles: dice que le gusta su trabajo porque cada día aprende más.
Valeria tiene 43 años. Cumple con su función dentro de la planta regulando y armando las cortinas. “Me gusta lo que hago, donde estoy y aprender. Una se adapta, por más que sea mujer, a trabajar también con los chicos”, explicó.
El producto final de Hunter Douglas en el mercado
“Hunter Douglas se preocupa mucho en diferenciarse de las demás firmas. La empresa tiene un gerente de producto que compra cortinas de los competidores y compra cortinas acá también. Todos los años se hace un análisis para ver qué notamos de diferencia con la competencia y ajustamos eso. Lo que nos hace diferentes es estar todo el tiempo en procesos implementados y sistemáticos que aseguran que mañana va a ser mejor que hoy. La función de los gerentes es estar todo el tiempo viendo qué cosa podemos hacer mejor”, dijo Pablo Debats, Gerente de Operaciones, acerca de los procesos de calidad empleados en la planta industrial.
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