En esta nueva columna, Mariela Blanco (@marielablancoperiodista), periodista y autora de "Leyendas de ladrillos y adoquines", nos invita a conocer algunas de las curiosidades que hacen de Buenos Aires una ciudad siempre sorprendente.
1. MOA: un hospital para bestias de piedra
¿Sabías que Buenos Aires tiene un hospital para curar bestias de piedra? Es el MOA (Monumentos y Obras de Arte) que se encuentra en la calle Adolfo Berro 3880 en Plaza Sicilia, dentro del Parque Tres de Febrero
Es uno de los talleres más importantes de la Ciudad. Se ocupa de la restauración, saneamiento, puesta en valor y limpieza de las esculturas centenarias que fueron vandalizadas o dañadas por el paso del tiempo; algo así como un “museo del rejunte” al aire libre.
Este Patio de Esculturas se sitúa en los terrenos donde antiguamente se encontraba la quinta de Juan Manuel de Rosas, gobernador de la Provincia de Buenos Aires entre 1835 y 1852. Su objetivo es preservar el patrimonio y la esencia cultural de Buenos Aires.
Por culpa nuestra -y nada mas que nuestra- las plazas a veces se parecen a un CEAMSE de mármoles rotos. Pero, por suerte, existe este increíble hospital de animales mitológicos y próceres.
Entre otras esculturas fabulosas, se pude encuentra “Familia de Ciervos”, “Leandro y Hero”; “La Duda”, “Diana Cazadora” y “La Esclavitud”
2. Tramway histórico: un tranvía llamado paseo
El Tranvía Histórico de Caballito es todo un hallazgo. Permite recorrer 2 kilómetros a bordo del "Lacroze" como a principios del 1900.
El Tramway Histórico es un museo rodante. Desde 1980, la parada de Emilio Mitre y José Bonifacio en Caballito permite realizar un viaje en el tiempo cada fin de semana
Para recrear la historia, la Asociación de Amigos del Tranvía, debió traer un coche idéntico a los que circulaban por las calles porteñas desde Oporto, Portugal, porque, paradójicamente, no se guardó ni siquiera uno de aquella época dorada.
- Primeros tranvías
Los primeros tranvías comenzaron a circular por la Reina del Plata en 1863, pero en esa época eran tirados a caballo. En 1907 se realizaron las primeras pruebas de los coches eléctricos y hacia 1920 la ciudad ya contaba con 4000 tranvías recorriendo en simultáneo la ciudad
El brillo se opacó en los primeros años de la década del 60, cuando el Poder Ejecutivo decidió suspender el servicio por decreto dándole paso a transportes más modernos como el colectivo.
3. Banco Nación: por aquí cantaba Garay
En Reconquista y Rivadavia, rodeando la Plaza de Mayo, se encuentra la Casa Central del Banco de la Nación Argentina diseñada por el prestigioso arquitecto Alejandro Bustillo e inaugurada en 1944.
El “Hueco de las Ánimas” -como se llamaba al lugar- encontró un mejor destino cuando en el siglo XIX comenzó a funcionar el primer Teatro Colón pero, hay que decir, que esta manzana tiene mucho pasado para contar...
Rebobinando el cassette de la historia hasta los orígenes de la ciudad, hay que mencionar que Juan de Garay, al hacer la distribución de los solares, se reservó la mitad Sur para sí mismo. Compartió la manzana con su hijo y con el hidalgo Don Gonzalo Martel de Guzmán, el único de los pobladores que ostentaba el título de “Don”.
Pero Juan de Garay nunca ocupó el lugar. Quien lo hizo fue Bernardo Sánchez, un misterioso hombre adinerado que hacía vida de ermitaño.
Podrá notarse que la Casa Rosada se ve opacada por las dimensiones del Banco Nación. Esto es porque se espera que una entidad financiera muestre solidez, incluso más que la que pueda proporcionar el Poder Ejecutivo.
El edificio es un volumen compacto y macizo con el lenguaje característico del momento histórico (monumentalista) con elementos decorativos tomados de los órdenes clásicos pero sobredimensionados.
