Sobre Dolores al 400, muy cerca de la avenida Directorio, entre casas bajas y modestas, se alza una imponente construcción de ladrillos rojos y cúpula hexaédrica, muy similar a la estancia La Raquel de Victoria Ocampo.
Se trata del castillo de Floresta, una vivienda de barrio de más de 100 años que se mantiene intacta y guarda sus propios misterios e incógnitas (algunos sin resolver).
La historia del castillo de Floresta
También llamado "castillito", es un ícono del barrio y al día de hoy los vecinos que viven cerca siguen sorprendiéndose al verlo. Pero para conocer su historia hay que retroceder varios años...
El castillo de Floresta fue edificado en los terrenos que antiguamente le pertenecían a Norberto de Quirno y Echandía y su esposa, María Manuela González de Noriega y Gómez Cueli, que lo habían adquirido en el año 1808.
Tras el fallecimiento de la pareja, la parcela donde hoy se ubica la famosa propiedad quedó en manos de Vicente Celestino Silveyra, casado con Antonia Vivot. Ellos permanecieron como los dueños hasta 1880, cuando Silveyra falleció.
A pesar de que es muy antiguo, el terreno donde se encuentra ubicado pasó por, al menos, tres propietarios antes de su construcción final en el año 1906.
Un misterio: quién construyó el castillo
Muchos historiadores coinciden en que se diseñó según los planos del arquitecto noruego Alejandro Christophersen, famoso por sus obras en Buenos Aires.
Otras versiones indican que la construcción pudo haber tenido como responsable al mismo arquitecto que edificó el castillo de Felicitas Guerrero.
Sin embargo, no hay certezas sobre quién construyó el castillo de Floresta, cuánto tiempo demoró y quienes vivieron entre sus paredes durante el último siglo.
Pero lo que sí confirmaron fueron algunos detalles sobre los elementos utilizados para su edificación. Gracias al alto poder adquisitivo de quienes financiaron la obra, se comprobó que se utilizaron materiales traídos en barco de Europa, Francia, Italia y Alemania.
El castillo de estilo gótico victoriano cuenta con amplias habitaciones, decoradas con ventanales enormes y cuartos de baños lujosos.
También hay un hall de distribución en la planta alta, sala de música, comedor y cocina en planta baja, y una zona exclusiva para dependencias.
#DatoCementero
En 1880 se federalizó la Ciudad de Buenos Aires, pero el barrio de Floresta, fundado en 1859, se encontraba fuera de ella: integraba el Partido de San José de Flores, limítrofe con la ciudad. Finalmente en 1887 Flores fue anexado junto con el Partido de Belgrano a la Capital Federal. Según el plano urbano de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el barrio de Floresta tiene su límite sur en la Avenida Directorio, a pocos metros de la casona de Dolores 438, por lo que se halla dentro de su perímetro. Cuando se levantó el Castillito de Floresta, el barrio era aún zona de quintas.
Protegido por ley
No hay dudas de que el castillo de Floresta mantiene un excelente estado de conservación, incluso a simple vista.
Pero la realidad es que durante los últimos años han surgido diversos proyectos inmobiliarios que apuntaban a demoler la propiedad para reutilizar el terreno. Incluso en el año 2009, estuvo en riesgo de ser demolida para desarrollar un emprendimiento.
Gracias a la agrupación “Salvar a Floresta”, conformada mayoritariamente por vecinos, el suceso se evitó y se incluyó al castillo del barrio en la Ley 3056, que establece que todo edificio construido antes de 1941 debe ser evaluado por su arquitectura y su valor patrimonial antes de destruirlo.
Por lo tanto, desde hace 15 años, el castillo de Floresta permanece bajo la catalogación con Nivel Protección Estructural, que impide cualquier tipo de modificación sobre su estructura sin previo aviso.
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