En el corazón de Buenos Aires, más precisamente en Avenida de Mayo 1370, se encuentra una de las obras arquitectónicas más destacadas: el Palacio Barolo.
Símbolo de la arquitectura de principios del siglo XX, este icónico edificio no solo destaca por su impresionante diseño sino también por su historia y secretos.
La historia del Palacio Barolo y su relación con la Divina Comedia de Dante
Construido entre 1919 y 1923, el Palacio Barolo fue diseñado por el arquitecto italiano Mario Palanti (1885-1979), quien había llegado al país en 1909, encargado de construir junto a Francisco Gianotti el Pabellón de Italia para la Exposición Internacional del Centenario (1910). La obra fue un encargo del empresario textil italiano Luis Barolo (1869 -1922).
Ambos se conocieron durante el centenario de la Revolución de Mayo y tenían en común una profunda adoración por la figura del escritor italiano Dante Alighieri. Fue así que proyectaron en conjunto este edificio lleno de analogías al libro de su autoría 'La Divina Comedia'.
Incluso se dice que Barolo mandó a construir este lugar para alojar las cenizas de Dante y protegerlas de las guerras en Europa.
Como en la obra de Alighieri, el Palacio Barolo está dividido en tres sectores: Infierno, Purgatorio y Paraíso. El faro, en tanto, representa al Empíreo, el punto más alto del Cielo, la luz divina, la presencia misma de Dios.
#DatoCementero
Desde Cementos Avellaneda cuentan que la edificación del Palacio Barolo comenzó en 1919, aunque se necesitó una concesión especial de la Intendencia, ya que la altura del mismo superaba casi cuatro veces la máxima permitida en la Avenida de Mayo. De esta manera, el Palacio alcanzaría los 70 metros sobre la línea municipal y los 100 metros hasta su punto más alto, es decir, incluyendo la torre con la cúpula y un faro que se instalaría en la cima.
Sería entonces la primera vez que un edificio llegaría a los 100 metros de altura en Buenos Aires, superando incluso a la cúpula del Congreso.
El Palacio Barolo es un ícono porteño. Todos los materiales fueron traídos de Europa, incluyendo las aberturas, los granitos y el mármol de carrara para los peldaños fueron traídos de Italia para dar vida al edificio, para entonces más alto de Sudamérica.
El edificio todos los moldes arquitectónicos de la época y desde sus inicios llamó la atención por su peculiar estilo art nouveau, aunque también tiene detalles de arquitectura gótica y neorromántica.
La cúpula, por su parte, está inspirada en el templo Rajarani Bhubaneshvar, de la India, para representar el amor tántrico entre Dante y las técnicas de Beatriche.
Así es por dentro el Palacio Barolo
La arquitectura para los masones expresa lo divino, lo sagrado y universal, es por eso que cada pieza, cada detalle, numerología y símbolos tienen un significado.
La planta del edificio fue construida en base al número áureo y pocos saben que esta obra se erigió sobre las aguas de un arroyo que corría debajo. Para la logia el agua representa bendición y purificación.
Un palacio de 100 metros de altura, como los 100 cantos en los que se divide la Divina Comedia (uno introductorio y 33 para cada uno de sus niveles, Infierno, Purgatorio y Paraíso) y 22 pisos, como los versos de cada uno de los cantos.
Un dato curioso es que el palacio cuenta con un ascensor que es uno de los más antiguos de la ciudad. De origen italiano, fue cuidadosamente restaurado para mantener su funcionalidad y su estilo original.
En la planta baja, que representa al Infierno, hay columnas con decoraciones en bronce de dragones, serpientes y cóndores. El techo tiene nueve arcos que se corresponden con los nueve círculos del Infierno.
En el centro de esta planta se encuentra la escultura titulada "La elevación", que simboliza el viaje de Dante desde el Infierno al Paraíso. Era el lugar en donde Barolo pensó que se instalaría el nuevo mausoleo de Dante. La escultura es una réplica ya que la original, tres veces más grande, nunca llegó porque fue robada en el puerto de Mar del Plata.
En el piso 4 se ubica parte de la sección destinada al Purgatorio y la decoración cambia radicalmente. En algunas columnas hay arreglos que a primera vista parecen florales pero al acercarse y mirarlos de frente toman la forma de una boca, de un cuerno, de unos ojos. Estas esculturas fueron creadas como un test de Rorschach: cada visitante puede ver a su demonio personal.
En el piso 14, el último del Purgatorio, se puede apreciar más luz natural y una decoración más minimalista.
Para llegar al Paraíso hay que subir por escaleras cada vez más angostas. Pero el trayecto vale la pena porque hay increíble mirador desde el cual se puede apreciar la ciudad a casi 100 metros de altura.
Subiendo dos pisos más (también por una escalera mínima no apta para claustrofóbicos) se encuentra el faro. El aparato estuvo apagado durante 70 años hasta su reparación en 2010. Hoy en día se enciende a las 22, por 20 minutos.
Cómo visitar el Palacio Barolo
En la actualidad, en el edificio funcionan unas 400 oficinas privadas. Se pueden realizar visitas guías reservando con anticipación ([email protected] o https://palaciobarolotours.com.ar/). Sin dudas, vale la pena.
Fotos: Chris Beliera.
Video: Ramiro Palais.
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