“Resolví intentarlo todo”. Juan Martin de Pueyrredón.
En el Pago de la Costa, el horizonte aparecía recostarse sobre la barranca de cara al río. Un solar para vivir los intensos veranos porteños, escenario de encuentros históricos.
Conocida primeramente como "Casa de la Chacra del Bosque Alegre", la residencia ocupaba una extensión de tierras como resultado de la estela de 65 chacras cedidas por Juan de Garay en 1580, luego de la fundación de Buenos Aires. Por entonces era el territorio comprendido por una legua de extensión entre las barrancas al del Río de la Plata y un camino conocido como "Fondo de la Legua”.
La casa quinta data del año 1790 siendo un claro exponente de la arquitectura colonial rioplatense hasta nuestros días.
Por aquí pasaron personalidades que trazaron la historia de nuestra conformación como país, José de San Martín, Dalmacio Vélez Sarsfield, Domingo Faustino Sarmiento, Roque Sáenz Peña, entre otros tantos próceres de nuestra patria.
Don Juan Martín de Pueyrredón (1777- 1850) era un criollo de origen francés. Hijo del bearnés Juan Martín Pueyrredón Labrucherie y de la porteña Rita Damasia O’Dogan Soria. Estudió en el Colegio San Carlos para luego completar sus estudios en Europa. Regresó a Buenos Aires en 1806 poco antes de la primera invasión inglesa. Ya radicado en nuestro suelo, Pueyrredón asume la administración de los negocios familiares que lo convierten en un próspero comerciante.
Cuentan que contrajo su primer matrimonio con una prima que, al poco tiempo de casados falleció. Tiempo después conoce a María Calixa Tellechea Caviedes (1802-1869) una joven de 15 años, hija del comerciante español Francisco Tellechea, dueño de la quinta.
Lo cierto es que Francisco Tellechea fue fusilado dicen, por conspirar junto a Martín de Álzaga. Casualmente quien fuera uno de los firmantes de la orden de fusilamiento fue Juan Martín de Pueyrredón, el mismo que años después, en 1915, se casa con su hija María Calixta Tellechea convirtiéndolo en dueño del solar, que resultó el lugar ideal para la vida familiar del matrimonio.
Del enlace nació solo un hijo, el famoso pintor costumbrista Prilidiano Pueyrredón.
DatoCementero
Durante el gobierno de Pueyrredón, el paisaje del casco principal se transformó: se arbolaron las calles, se trazó un jardín al filo de la barranca y la casa fue remodelada para adecuarse al nuevo rol de su dueño. Porque cuando se instalaba en San Isidro, trasladaba también a la chacra la actividad política y administrativa del gobierno.
La casa principal tiene paredes de ladrillos encalados, pisos de baldosas inglesas y francesas de diferentes épocas, cerrajes artesanales, techos de lapacho y ventanas con rejas de hierro forjado. Y conserva el esquema original: todas las habitaciones dan al parque y están dispuestas en una sola planta cuadrada, alrededor de un patio con aljibe al que se ingresa por el zaguán.
Esta sería la residencia de verano de la familia Pueyrredón, allí donde algunas pocas quintas extendían el territorio hacia el norte de Buenos Aires.
Dicen que él mismo se ocupaba del parque, dedicándose a plantar especies autóctonas, cultivando el jardín frente al Río de la Plata, el mismo que aún hoy se conserva con algunas especies con más de 200 años. Añadió un vivero, bulbos y plantas frutales, e intervino personalmente en el cuidado y la plantación de muchas especies.
Las magnolias datan aproximadamente de 1850 y fueron parte del planteo paisajístico de Pueyrredón quien, a su regreso de Europa decide intervenir el jardín pasando de ser un viñedo a un jardín italiano.
Un robusto algarrobo de la región chaqueña junto con espinillos, talas, coronillos y chañares, guardan la sombra de encuentros que dicen, fueron parte de la historia patria.
Por su parte, Domingo Faustino Sarmiento habría plantado un aguaribay, hoy fuerte y robusto. Completan el jardín un laberinto con fuente central de mármol de Carrara enviada desde Italia por un diplomático, por pedido de Prilidiano, que diseñó ese sector del jardín, austero, despojado y bajo, como para no robar protagonismo.
Don Tomás Grigera, su agricultor, era el encargado de escribir el “Manual de Agricultura” pieza que registraba la huerta.
Aquí se construyó, años mas tarde, el atelier de su hijo, el ingeniero y arquitecto, aunque mejor conocido por su faceta de pintor Prilidiano Pueyrredón quien se ocupó de su remodelación. Siempre guardando la planta colonial, ensanchó la galería que da al río, reemplazó las columnas de lapacho por ocho columnas de orden toscano y remodeló el mirador.
Prilidiano vivió allí hasta 1856, año en que vende la casa a su primo Manuel Aguirre.
Las habitaciones se organizan alrededor del patio con los naranjos y el aljibe. Los caminos de ladrillo comunican con las cabellerizas y las dependencias de servicio.
La casa principal tiene paredes de ladrillos encalados, pisos de baldosas inglesas y francesas de diferentes épocas, cerrajes artesanales, techos de lapacho y ventanas con rejas de hierro forjado. Y conserva el esquema original ya que todas las habitaciones dan al parque y están dispuestas en una sola planta cuadrada, alrededor de un patio con aljibe al que se ingresa por el zaguán.
En la planta alta están las dependencias de servicio, y una habitación que también es un mirador. Además, tiene una gran galería abierta hacia el río, sostenida por ocho columnas de orden toscano.
En el interior de la casa se puede ver parte de la obra de Prilidiano Pueyrredón, el primer pintor argentino que pintó mujeres al desnudo, escandalizando a su tiempo. Pero en una era donde no había fotografía por estas latitudes, fue el encargado de plasmar momentos y personajes históricos como la guerra del Paraguay o Manuelita Rosas.
La casa está ambientada con mobiliario y objetos de la vida cotidiana de aquel entonces, a lo que se suman los magníficos cuadros de Prilidiano Pueyrredón.
En sus orígenes, la casa funcionó principalmente como biblioteca y archivo histórico. Cuenta con documentos de la vida pública y privada de Juan Martín de Pueyrredón, sumados a otro tanto de la época colonial, y algunos firmados por la Primera Junta de Gobierno y el Primer Triunvirato.
Declarada Monumento Histórico nacional por la municipalidad de San Isidro, abrió sus puertas como museo oficialmente en 1944. Las salas crecieron gracias a donaciones que acrecentaron su colección, resultado de acciones particulares y algunas adquisiciones promovidas por las diferentes asociaciones de amigos, entre las que se destaca la labor de Fundación Juan Martín de Pueyrredón, que desde 1968 a 1973 tuvo a Victoria Ocampo como su principal miembro.
El nombre completo de este museo es Museo Histórico Municipal “Brigadier General Juan Martín de Pueyrredón” y está ubicado en la localidad de Acassuso, partido de San Isidro en la provincia de Buenos Aires, sobre la calle Rivera Indarte número 48.
Pueyrredón aquí vivió, aquí murió. Muchos dicen, merece un ángulo en la trilogía patriótica junto a San Martin y Belgrano. Vivió su vejez en Montevideo y París, pero eligió su patria para morir. Tras su regreso a Buenos Aires, falleció en marzo de 1850, a los 72 años.
La casa quinta acunó generaciones de hechos históricos y culturales, documentando la evolución social desde la colonia hasta nuestros días como república, atravesada por el valor arquitectónico, pictórico y paisajístico.
Un claro ejemplo de la vida cotidiana desde su arquitectura hasta los cuadros de Prilidiano, un legado nacional.
Fotos y video: gentileza www.museopueyrredon.gob.ar y San Isidro Cultura.