Una de las palmeras más decorativas por excelencia es la Kentia, que junto con la Areca, son las favoritas para darle un look exótico pero también muy elegante al hogar.
También conocida por su nombre científico Howea Fosteriana, es una especie originaria de Oceanía, más precisamente de unas islas tropicales llamadas Lord Howe.
Su tallo cilíndrico liso y sus hojas de color verde oscuro que pueden llegar a alcanzar los 1,5 mts de altura, la convierten en una de las plantas de interior más buscadas para decorar la casa.
Al tratarse de una palmera, ocupa mucho espacio, por lo que que se recomienda ubicarla en lugares amplios en donde sus hojas puedan arqueaarse sin sufrir rozamientos.
Cuidados básicos de la palmera Kenia en interiores
El ambiente ideal para colocar esta especie es todo aquel que cuente con una buena dosis de iluminación natural durante el día -siempre evitando los rayos directos del sol-. Si bien se adapta con facilidad a lugares sombríos y oscuros, se desarrollará mejor en condiciones más luminosas.
Al tratarse de una planta de origen tropical le sientan bien las temperaturas cálidas que oscilen entre los 16 y los 24 °C. No tolera las heladas ni las corrientes de aire por lo que se recomienda evitar colocarla en zonas de alto tránsito o cerca de una ventana abierta.
Sus riegos deben ser moderados, ya que se trata de una especie que tolera mejor la sequía que el exceso de agua. Con regarla cada 3 o 4 días en verano, sólo 2 veces al mes en invierno y pulverizar sus hojas frecuentemente, la Kentia lucirá siempre espléndida.
Se recomienda colocarle un sustrato rico en nutrientes que cuente con un buen drenaje que permita que sus raíces se aireen.