Aprovechando el parate del universo futbolístico, Cristiano Ronaldo está disfrutando a pleno de sus tan ansiadas vacaciones.
Teniendo en cuenta que el portugués y su esposa, Georgina Rodríguez, atravesaron uno de los momentos más difíciles de sus vidas al enfrentarse a la muerte de uno de los bebés que esperaban, decidieron aprovechar estos días libres para tener momentos de paz y tranquilidad y disfrutar de sus cinco hijos.
Para evitar a la prensa y a los fans, la familia ensamblada se instaló en una lujosa finca rural alejada de todo, situada al pie de la sierra de Tramuntana en Mallorca.
Como no podía ser de otra manera, cuenta con una serie de servicios que la hacen de lo más especial y que van desde un gimnasio hasta un campo de minifútbol, pasando por una enorme piscina, jacuzzis e incluso una cancha de voley playa.
Pero esto no sería lo más sorprendente del domicilio. Y es que además de contar con todos los lujos mencionados, también tendría una capilla y debajo de esta algo muy parecido a una sala erótica subterránea.