Hubo una vez un mercado proveedor de frutas y verduras que fundó un barrio. Tanto es así, que uno llega a pensar que Abasto es un barrio más de Buenos Aires, cuando en realidad sólo toma prestado el nombre del mercado ubicado entre Almagro y Balvanera.
Digámoslo con todas las letras. Abasto no aparece en ninguna nomenclatura oficial de barrios porteños.
El Mercado de Abasto proveedor de Buenos Aires estaba ubicado en Avenida Corrientes 3247 (entre Agüero y T. M. Anchorena) donde hoy funciona el centro comercial que le sacó al vecindario su pasado de “Bronx porteño”.
Abasto Shopping constituye un buen ejemplo de que se puede construir sin destruir.
Un poco de historia
El primer Mercado se inaugura en 1893. Tenía una estructura de mampostería y hierro con techos de chapa sobre el frente de la calle Lavalle.
La ciudad requería la ampliación de los mercados existentes. El arquitecto esloveno Viktor Sulčič diseñó un edificio art deco con visos de brutalismo que fue reinaugurado el 24 de marzo de 1934.
Sobre la fachada de Corrientes, persisten las huellas del movimiento arquitectónico propio de su época. El moderno edificio incluía escaleras mecánicas, montacargas y cámaras frigoríficas.
El nivel de monumentalidad logrado fue una proeza. El hierro entraba en competencia con el hormigón armado, una piedra artificial que convirtió a las esculturas livianas del siglo XIX en monumentos enormes
Un datito color son los arcos interrumpidos. Forman parte de esa Argentina inconclusa, sin terminar.
En 1955 se filmó la película "Mercado de Abasto" dentro del mercado, protagonizada por Pepe Arias y Tita Merello.
Pero en 1984, el Abasto cerraba sus puertas, quedando abandonado durante más de una década y generando un profundo deterioro en todo el entorno.
Un año después, el Concejo Deliberante declaró al ex-mercado Patrimonio Cultural de la Ciudad, impidiendo así su demolición.
El edificio se encuentra en la zona donde se hubiera construido la autopista AU3 proyectada por el intendente de facto Osvaldo Cacciatore.
Créase o no, algunos vecinos aseguran haber visto por los pasillos del centro comercial una sombra que se asemeja a un Carlos Gardel llevando un sombrero.
Fotos cedidas por Grupo IRSA para ilustrar el libro Leyendas de Ladrillos y Adoquines.
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