Desde que comenzó la cuarentena estricta y trabajar o estudiar desde casa se convirtió en un hábito, fuimos conscientes de la importancia que tiene vivir en un espacio relajado, acogedor y fresco.
Y así fue como diferentes las diferentes tendencias de decoración comenzaron a reivindicar lo acogedor, la sencillez y la vuelta al origen. Casi como a modo de sentirnos más cerca de la naturaleza, volviendo a las raíces y dándole un valor especial a lo natural y a lo artesanal. Y las alfombras kílim son parte del plan.
Decorar con estas alfombras de estilo étnico no es una tendencia nueva. Sin embargo, se convirtieron en las más buscadas del 2021 gracias a su aspecto atrevido, fresco, natural y a su confección de manera artesanal, lo que las convierte en una pieza única.
El kílim se realiza de manera artesanal con ayuda de telares, y se confecciona con una técnica en la que no se requiere el anudado -como en las alfombras convencionales-. El resultado es una pieza única y digna de admirar gracias a sus colores vivos y a sus patrones geométricos que aportan un look muy natural, refrescante y vibrante, perfecto para transformar cualquier ambiente del hogar.
Un poco de historia
Su nombre proviene del turco y su traducción al español significa "no mezcla de colores", haciendo referencia a su técnica de no anudar. Sin embargo, su origen es asiático y se remonta hace mucho tiempo atrás, más precisamente 3.500 años. Es por esto que muchas personas aseguran que se trata de la alfombra más antigua del mundo.
En un principio, se usaban para cubrir paredes y suelos, pero en sus nuevas e innovadoras versiones llaman la atención por sus colores y formatos, adaptándose a los distintos estilos decorativos.
Una alfombra auténtica, fresca y con un alto valor estético
Hay que reconocerlo: una alfombra kílim se reconoce casi al instante. Y es que además de sus colores vibrantes y a sus motivos geométricos, tiene un encanto especial que sólo consiguen las piezas hechas a mano. Y es que cada pieza busca ser única, como una obra de arte.
Suelen estar confeccionadas con fibras naturales como el algodón y el yute, aunque también se puede introducir la seda, lo que hace que su valor estético aumente un poco más. En cuanto a las tinturas, son extraídas de la naturaleza y dan lugar a tonalidad muy vibrantes.