Similar al shabby chic, el estilo romántico vuelve a imponerse en las cocinas para transformarlas en un espacio cálido, acogedor y delicado, donde reinan los colores pasteles y los elementos decorativos y de uso con formas redondeadas, líneas suaves y diseños vintage inspirados en la elegancia y la sutileza. Aquí todas las claves.

Colores claros y pasteles
Las cocinas con toques románticos se caracterizan por tener una predominancia de colores claros y pasteles.
La gama de los blancos, beige y gris suave se llevan en las paredes y parte del mobiliario, mientras que los pasteles como rosa en polvo, lila, verde agua y azul brumoso se combinan entre sí a través de detalles acentuando la esencia del estilo romántico.
Los toques brillantes que pueden aparecer a través del dorado y plateado marcan un rico contraste y son muy característicos de esta impronta.

Materiales nobles
La madera y el mármol son los materiales protagonistas. En el caso de la madera, se puede llevar en su estado más puro y sin pulir aunque es preferible que predomine en líneas suaves y en tonalidades claras. El mármol, por su parte, se hace presente en las mesadas y se lleva en color blanco.

Griferías vintage
La grifería puede ser la responsable de definir la impronta de la cocina. Por eso, nada mejor que apostar por los modelos más vintage para darle un toque romántico al espacio. Se llevan en acabados brillantes como plateado, cobre, oro rosa y dorado.

Muebles elegantes
Los muebles con diseños vintage inspirados en la elegancia se hacen presentes en las cocinas románticas. Suelen llevarse en colores claros y pasteles o en maderas claras y decapadas.
Las piezas vintage con historia o heredadas (un vajillero, una silla, una mesa, etc.) también son bienvenidas pero en pequeñas cantidades.

Detalles deco
Los detalles lo son todo en esta tendencia. Desde textiles con estampados florales, hasta arañas de diseño, alfombras, y por supuesto, múltiples adornos florales con flores secas y frescas.

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