Decorar el jardín con plantas que, además de ser bellísimas, destilen evocadores perfumes al caer el sol, es un detalle perfecto para crear una atmósfera única y disfrutar al máximo de las noches de verano al aire libre.
Acá te contamos cuáles las 4 especies ideales para llenar de fragancias tu jardín.
1. Gardenia
Originario de China, este delicado y elegante arbusto ofrece una espectacular floración desde mediados de la primavera hasta finales del verano. Sus flores de color blanco destilan un evocador perfume cuando cae la tarde.
Perfecta para crecer en espacios a la semisombra, le sientan bien los suelos ácidos y los climas cálidos. Necesita riegos frecuentes pero moderados aumentando la frecuencia en verano.
2. Jazmín del país
Jasminum officinale es una bellísima planta trepadora de flores blancas que desprende un aroma inconfundible en los atardeceres y noches de verano. Es ideal para pérgolas, muros y columnas ya que se trata de un arbusto apoyante.
Si bien resistente al frío, se recomienda plantarlo en espacios a pleno sol y con suelos muy bien drenados. Sus riegos son regulares en verano reduciendo la frecuencia en invierno y en otoño. No trepa por sí misma, por lo que se debe utilizar un tutor como guía.
3. Dama de noche
También conocida como galán de la noche, Epiphyllum oxypetalum (su nombre científico) es un arbusto que se distingue por su fragancia dulce y exquisita que se deja apreciar en las noches de verano.
Para que crezca frondosa y saludable se recomienda ubicarla en un rincón con sombra parcial (no demasiada, ya que no florece en sombra total). Necesita riegos cada dos o tres días y se recomienda podarla para controlar su crecimiento.
4. Dondiego de noche
Mirabilis jalapa, más conocida como dondiego de noche, ofrece una abundante y larga floración que se extiende durante todo el verano y parte del otoño. Las flores de diferentes colores y combinaciones (rosa, fucsia, amarillo, naranja, blanco, etc.) se abren cuando no hay sol y de noche, evocando un exquisito aroma.
Necesita abundante luz solar y riegos moderados para su siembra y correcto desarrollo. Su sustrato debe ser calcáreo y se debe ubicar en una zona bien ventilada para reproducirse, así sea mediante la siembra de semillas o de esquejes cortados en el invierno.