En cualquier estación del año, las pérgolas se consagran como las reinas absolutas de los espacios exteriores.
Se trata de un recurso arquitectónico muy popular, que propone un espacio de disfrute y encuentro al aire libre protegiéndonos del sol, el calor o las distintas condiciones climáticas, dependiendo del tipo de techado que se elija. Y uno de los favoritos de siempre es el policarbonato.
Policarbonato: uno de los materiales más recomendados para cubrir pérgolas
Este material termoplástico es uno de los más recomendados para cubrir pérgolas gracias a su alta resistencia a las temperaturas extremas y a su buena protección contra los rayos UV.
Es súper versátil y se adapta con facilidad a cualquier impronta, y corre con la ventaja de que resulta fácil desmontar en caso de traslado.
En el mercado actual lo podés encontrar en tres presentaciones comunes:
- Lámina sólida -también conocida como monolítica-.
- Lámina celular -también llamada como alveolar-.
- Lámina acanalada sólida.
Ventajas
- Elevada resistencia a los impactos.
- Buena transparencia permitiendo el ingreso de luz natural.
- Buenas propiedades de aislamiento eléctrico.
- Gran resistencia a la intemperie y a las deformaciones térmicas.
- Buena protección contra los rayos UV
Desventajas
- Poca resistencia a los arañazos y abolladuras.
- Resistencia media a sustancias químicas.
- Sensibilidad a la hidrólisis.
- Mantenimiento frecuente.
- Su limpieza puede resultar un problema por lo que se recomienda instalar una canaleta.