Como todos los años en esta época y durante todo el mes de agosto, los sakura -o también conocidos como cerezos- florecen y se convierten en los protagonistas de la ciudad porteña. Pero hay algo más... también pueden conquistar cualquier rincón del hogar con sus imponentes flores rosadas que invitan a la contemplación y el disfrute.
El cerezo es el árbol más emblemático de Japón. Incluso es una tradición contemplar la caída de sus flores, una festividad llamada "hanami". También funciona como un imán súper poderoso para atraer a turistas de todas partes del mundo.
"En el budismo japonés se la asocia con la temporalidad y el carácter pasajero de la belleza y la vida, pero también con el ciclo de transformación de la vida y el renacer", explica en su cuenta de Instagram la florista Mery (@greenlosophy).
En Japón florecen en primavera, mientras que en nuestro país lo hacen en pleno invierno cuando la mayoría de los árboles pierden sus hojas, brindando una dosis de color y calidez entre tanto gris.
Cada vez son más las personas que aprovechan esta época del año, no sólo para contemplar esta maravilla de la naturaleza en las calles porteñas, si no también para recolectar algunas ramas de este árbol emblemático y llenar de vida los interiores de su hogar.
En floreros sólo con agua, se lucen y aportan un plus asegurado de calidez, sofisticación y color. Livings, dormitorios, cocinas o baños, cualquier ambiente es un gran candidato para recibir a esta maravilla de la naturaleza que invita a la contemplación y el disfrute.