Los hay estrechos y largos o más anchos y cortos. Con techos súper altos o algo bajos. Con más puertas que paredes o con muros que parecen infinitos. Ambientar pasillos es todo un desafío pero vale la pena.
Y así como existen diferentes recursos y soluciones para decorarlos con toda la onda, la pintura sigue consagrándose como la mejor aliada para darles estilo y lograr una percepción distinta del espacio. Mirá estas propuestas.
Pintar las paredes laterales y el techo de color oscuro es la solución perfecta para compactar pasillos largos. El contraste estará dado por el tono del piso, los accesorios y el color -en lo posible claro- utilizado para el resto del espacio.
Si tu pasillo es angosto, lo mejor es pintar ambas paredes de color claro y mantenerlo bien iluminado.
Si es demasiado largo, podés destacar la pared del final con algún color llamativo u oscuro.
Si tu pasillo tiene techo bajo y querés disimularlo para que el espacio parezca más amplio, lo mejor es pintar las paredes de un color más oscuro y reservar el más claro para el cielorraso.
Si el pasillo es demasiado alargado, se pueden pintar las paredes más distantes de un tono oscuro y las cercanas entre sí de un color claro.
También se puede pintar el muro del fondo más oscuro que el resto.
Si se trata de un pasillo demasiado cuadrado y querés modificar sus proporciones visualmente, podés pintar dos paredes enfrentadas de un color oscuro y las otras dos de un color más claro.
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