La luz natural es una fuente de energía capaz de transformar por completo cualquier rincón de la casa. Y es que además de contribuir a crear un clima de bienestar y generar una linda sensación de frescura y vitalidad, es uno de los recursos más utilizados por expertos para hacer que los espacios luzcan más amplios y agradables. Incluso, sin ir más lejos, es uno de los aspectos que más se tienen en cuenta a la hora de decorar, reformar, alquilar o comprar una vivienda.
Y así como existen diferentes trucos y recursos para sacarle el mayor partido a esta iluminación que se cuela por las ventanas, existen otros que buscan generar el mismo efecto pero para aquellos espacios en los que la luz natural es muy escasa. Aquí te contamos cuáles son.
Una correcta distribución
Una casa con muchas paredes y con una distribución incorrecta del mobiliario, impide que se distribuya la luz natural por todo el espacio. Si bien se puede optar por algunas alternativas que conllevan obra -como derribar algunos muros y apostar por el popular "open concept"- una manera fácil y rápida para dejar que la luz se cuele por todos los rincones de la casa, es utilizando cortinas de color claro y de un material liviano como la gasa y evitar colocar delante las ventanas objetos que puedan interferir con el flujo de luz.
Colores claros
Tanto en revestimientos como en muebles y textiles, los colores claros son grandes aliados y potencian la luminosidad y agrandan visualmente el espacio, lo que los convierte en una buena alternativa para ambientes pequeños que no cuenten con una buena entrada de luz natural. Lo mejor de todo es que nunca pasan de moda y se adaptan con facilidad a cualquier estilo decorativo.
Tonos brillantes y colores como amarillos, grises y pasteles también pueden conseguir este efecto. Sin embargo, se recomienda utilizarlos con moderación en una sola pared o a través de textiles y objetos deco, ya que un uso incorrecto podría causar el efecto contrario.
Amplios ventanales
Si tenés la posibilidad de hacer alguna reforma en tu casa, no dudes de apostar por amplios ventanales que permitan la entrada de un buen caudal de luz natural durante el día. Por lo general, se recomienda que las ventanas ocupen un área equivalente al 10 o 20 % de la superficie total del ambiente. A modo de ejemplo, un espacio de 10 mts cuadrados debería contar con ventanas de entre 1 y 2 mts cuadrados.
Marcos de ventanas blancos
Si en el interior de tu casa instalas marcos de ventanas en color blanco, conseguirás que reflejen la luz con una mayor profundidad en el ambiente. Si bien parece una obviedad, se trata de una gran ventaja frente a los marcos oscuros.
Espejos grandes
Los espejos, además de ser grandes aliados de la decoración, contribuyen a multiplicar y potenciar la iluminación de un ambiente. Si se colocan frente a una entrada de luz, ésta rebota y se consiguen nuevos reflejos del sol.
Paneles de hierro y vidrio repartido o puertas acristaladas
Se consagraron como el recurso estrella en 2021 pero este año también seguirán vigentes y parece que va para largo... Esta alternativa resulta ideal para dividir ambientes sin perder la luminosidad ni el estilo.
Iluminación artificial
Si la luz natural es realmente muy escasa y estos trucos no son suficientes para multiplicarla y potenciarla, la luz artificial se convierte en la mejor alternativa. Sin embargo, resulta clave elegir dónde colocar los diferentes puntos de luz y la intensidad que tendrán. Se recomienda colocar lámparas de abajo hacia arriba para bañar de luz el espacio y de tonos cálidos para que el ambiente resulte más acogedor.