Y la ganadora es… Luisa Yanzón, arquitecta e interiorista mendocina, la única argentina premiada en la edición 2023 de la prestigiosa plataforma digital que revela personalidades y tendencias del diseño, el arte y la arquitectura Architectural Digest. Fue elegida entre 800 participantes.
Lo que ella hizo fue idear y diseñar la sede de la Bodega Anaia. ubicada al pie de la Cordillera de Los Andes, en la llanura de Agrelo, Mendoza.
La 19ª edición de los premios Íconos del Diseño 2023 Architectural Digest México & Latinoamérica destacó el proyecto de Luisa Yanzón -en la categoría Diseño Interior Corporativo- por su articulación con el entorno natural y el diálogo fluído de la construcción con las cepas, el suelo, los picos de las montañas y la textura de las rocas milenarias de la región.
“La combinación de estos elementos naturales que cuentan con historias propias determinaron una paleta de colores donde los tonos terrosos responden a los sedimentos ancestrales”, expresó Luisa Yanzón (43), responsable del área de interiorismo del reconocido estudio Bórmida&Yanzón, fundado por sus padres, Eliana Bórmida y Mario Yanzón.
Interior y exteriores del proyecto Bodega Anaia de Luisa Yanzón premiado
El comité de selección del Architectual Digest AD 2023 ponderó la elección de los materiales del proyecto de Luisa Yanzón que desarrolló un planteo escenográfico, con grandes ventanales que ofrecen amplias visuales al paisaje.
“Respeté el concepto de terroir característico del lugar, donde la calidad del suelo, el clima, las variedades de las uvas y la labor precisa de los productores de Anaia conforman un paisaje sensorial único”, expresó la arquitecta mendocina que recibió el permio en una ceremonia realizada en el Museo José Luis Cuevas, Ciudad de México.
Y entre otros materiales clave de su propuesta de interiorismo contó: “Los listones de madera maciza que envuelven el área social y el contraste que se genera con el uso del mármol invitan a asignarle un rol a cada textura, como una piel propia que domina la escena”.
Pioneros de la arquitectura del vino de Mendoza, las obras del estudio familiar Bórmida&Yanzón -más de 30 proyectos premium a lo largo de 50 años de trayectoria- son reconocidas por la exploración de identidades únicas en cada proyecto. Además, se distinguen por el rescate emotivo de materiales autóctonos, el equilibrio entre iluminación natural y la oscuridad necesaria que requiere el proceso de los mejores vinos cuyanos.
Yanzón intervino los espacios de la bodega y la casa central. “El acceso a las áreas destinadas a la experiencia turística se realiza a través de una rampa que lleva a la sala de recepción. Allí desplegamos una vidriera panorámica de 15 metros de largo para apreciar el piedemonte tapizado de viñedos”, señaló la arquitecta e interiorista.
Frente a esas visuales de escala descomunal se dispuso el wine lounge, el área de degustación equipada con mobiliario flexible, que permite adaptar el espacio para recibir grupos grandes o reducidos.
En este sector se destaca una barra fija para catas realizada con costras de granito natural que acentúan la riqueza de las rocas cordilleranas. Una luminaria impresa en 3D y materializada en resina y metal queda suspendida sobre esta barra, en referencia a “la sensación de estar bajo la sombra de un parral en un típico día de verano mendocino”.
La edificación incluye picos y triángulos -en la fachada de Anaia- que evocan los imponentes cordones montañosos del paisaje, y equilibra estas figuras geométricas, la presencia de una escalera caracol que rompe con las líneas rectas. Este objeto escultórico de seductoras curvas desciende en su recorrido hasta las salas de degustación, barricas y tanques de fermentación.
El proyecto de Yanzón también sorprende por una iniciativa de mapping que proyecta imágenes y colores sobre la mesa de degustación, para fortalecer la experiencia interactiva.
La Bodega y la Casa forman parte de un conjunto que dialoga entre sí, desde sus texturas y materiales. La residencia destinada a los dueños de la bodega está dispuesta en una planta triangular que divide el área social de la privada.
Y en la proa del triángulo se abren los espacios comunes, con semisombra para eventos, piscina con bordes infinitos, living y cocina. Allí se destaca una isla de costra de pórfido natural con mesada del mismo material, que refuerza el contraste de los materiales. Sobre la mesada se alojan hornallas de autor y una mesada de preparación.
Tres cilindros escenográficos resuelven la iluminación desde una doble altura que, a la vez, genera un contrapunto con los ductos de la chimenea del hogar. Una mesa realizada con tres piezas de mármol en tonos tierra domina el comedor. En la sala, un sofá de 4 metros, de cuero natural, se ubica frente al hogar.
La mesa de centro fue diseñada especialmente con troncos de vides añosas y una tapa de resina translúcida que permite ver la corteza. Madera, vidrio y hormigón completan la paleta de materiales.
La arquitecta e interiorista Luisa Yanzón realizó estudios universitarios en Argentina (Universidad Nacional de Mendoza), Chile (Universidad Andrés Bello), México (Universidad Anáhuac), España y Estados Unidos. Su estilo es un justo equilibrio entre creatividad y funcionalidad en sus diseños, buscando dar identidad única en los espacios.
La pureza de los materiales está presente en todos sus trabajos, caracterizados por ser elegantes, simples y cálidos.
Fotos: gentileza Luisa Yanzón.