Los dueños de este departamentos se contactaron con la arq. Ayelén Mayer cuando su futuro hogar aún no estaba terminado y la familia de cuatro estaba pronta a agrandarse con una nueva integrante, lo que obligaba a repensar los espacios.
“Las premisas para este departamento de 150 m2 fueron: materiales claros que permitiesen resaltar su luminosidad natural y practicidad para su mantenimiento. Maximizar los lugares de guardado y pensar en la dinámica familiar", describ e la arq. Ayelén Mayer (ayelenmayer_arquitectura).
Un living resuelto con materiales de fácil mantenimiento
El living se separa del acceso y la circulación por medio de unas puertas de herrería corredizas. Esto permitió generar y diferenciar espacios, pero manteniendo cierta interacción entre ellos y sin que perdieran luz.
Frente al sillón, un mueble de tevé ultraliviano suma un lateral de paneles varillados Novell Wall en roble de Eslavonia (Flooring Company) que esconden los enchufes y la repetidora de wifi (que se encuentra en su interior). Sobre el estante alto laqueado, sobresalen tres figuras blancas (@salazarcasa).
El comedor: minimalista y con diseño italiano
Para el comedor se eligió un modelo de mesa que es réplica de un similar que la arquitecta vio en la última Feria de Milán y que mandó a fabricar con uno de sus proveedores. Tiene una base curva realizada en herrería y luego enchapada en petiribí, y tapa de Neolith Calacatta mate, un material súper resistente. Las sillas también fueron fabricadas a pedido, con la misma tela del sillón y estructura de petiribí.
“Se buscó el uso de elementos de decoración curvos para darle suavidad y dinamismo a los espacios; en tanto los detalles en hierro le aportaron un aire moderno", describe la arq. Ayelén Mayer.
Detalles constructivos de un depto funcional
Todos los ambientes fueron intervenidos en su etapa de obra con cajones perimetrales para agregado de iluminación indirecta y cortinas de gasa, que siempre aportan calidez y textura los ambientes.
Los pisos se unificaron en vinílicos de SPC, elegidos por su rápida instalación, resistencia al uso cotidiano y por la calidez que generan en los ambientes. A partir de ahí , se decidieron los tonos de paredes, melaminas, tonos de laca y materialidades del equipamiento.
El desafío de ampliar la cocina
“La cocina fue todo un reto. Su distribución original planteaba la heladera en otro lugar, desfavoreciendo la circulación. Al cambiar su ubicación se generó un mueble que la contiene, y a su vez suma espacio de guardado en su lateral, ocultando el aire acondicionado ubicado sobre ella con unos paneles varillados”, describe la arq. Ayelén Mayer.
En el centro de la cocina se colocó una isla (utilizando el mismo material de las mesadas existentes, que es el Silestone Miami White (Eurostone Marmolería) con laterales tipo cascada y en dos alturas, para usar como barra y como mesa.
Por lo demás, todos los frentes de los bajomesada existentes fueron reemplazados por laqueados y guías de cierre suave; mientras que las alacenas fueron reemplazadas en su totalidad por otras con frentes en Roble Kendal (Egger).
Vestidor y baño en suite. 
Un mueble con cajones y espacio para canastos en el baño.
Un dormitorio que transmite calma
El cuarto principal fue pensado como un ambiente que transmitiera paz y calidez para el descanso y a su vez tuviese una cuota de sofisticación a modo de hotel. El espacio aparece envuelto en unos paneles de melamina Lino Chiaro (Faplac), con respaldo con veladores incorporados y mesa de luz laqueadas.
En el acceso, junto al baño, se suma un vestidor abierto resuelto en melanina Roble Kendall e iluminado con un led lineal sobre el plano de la ropa. Se le suma un mueble zapatero y un módulo de colgado más largo, con frentes espejados y tiradores ocultos.
Producción: Malu Satzger.
Fotos: Diego García.
