En el último tiempo, las plantas nativas se volvieron parte fundamental de los jardines, terrazas o espacios verdes. Y es que, además de embellecer el espacio, son esenciales para el funcionamiento de los ecosistemas.
En simples palabras, se trata de especies adaptadas a cada ambiente y forman parte de la biodiversidad para atraer insectos benéficos, como aves y mariposas, y sirven de alimento y refugio de la fauna asociada.
También, están mejor adaptadas a las condiciones ambientales del lugar (suelo, clima, altitud), lo que garantiza mejores crecimientos, mayor resistencia y cuidados más simples. Por estas razones se consagran como una de las opciones favoritas para sumar a las praderas, la última tendencia en paisajismo.
En esta nueva edición de Manual de Jardinería, nuestra referente Mechi González Prieto (@mechi_deraiz) nos comparte la lista de nativas ideales.
4 plantas nativas para armar una pradera soñada
1. Poa Iridifolia
Si de plantas perfectas para praderas hablamos no pueden faltar las gramíneas. Infalibles para crear jardines naturalistas, son de fácil mantenimiento y resaltan muchísimo aportando un toque rústico espectacular. Y una nativa que forma parte de este grupo es la Poa Iridifolia.
Originaria de las serranías de la provincia de Buenos Aires, es una planta perenne con follaje persistente que florece durante la primavera y el verano. Su porte es mediano, con espigas densas que contraste con el follaje verde azulado .
También conocida como “poa de las sierras“, se reproduce a partir de semillas y división de matas, y atrae aves granívoras, contribuyendo así a la biodiversidad.
2. Salvia uliginosa
Podríamos decir que la Salvia uliginosa es una de nuestras plantas favoritas. Perfecta para sumar color y textura en la pradera, esta especie perenne nativa de los Esteros del Iberá, Delta e Islas del Paraná y del Chaco Húmedo, enamora con su extensa floración violeta/lila.
Sus flores atraen insectos polinizadores, como abejas y mariposas y, en algunas ocasiones, también puede ser visitada por picaflores.
3. Melica macra
Otra gramínea. La Melica macra, también conocida como “cortaderita” es una planta perenne con alto valor ornamental por su porte globoso y abundante floración (primavera y verano).
Originaria de la región pampeana y del Chaco, atrae aves y otros animales de los pastizales, ya que sus semillas sirven de alimento.
4. Salvia procurrens
La famosa “salvia cubresuelos” puede sumar un montón a la hora de diseñar una pradera. Nativa del Delta e Islas del Paraná, es una herbácea de extensa floración de color celeste/azul.
Sus bellísimas flores son visitadas por mariposas y abejas, así como también por picaflores. A su vez, la presencia de insectos atrae a diversas aves que los depredan.
Praderas: qué son y por qué son tendencia
Cada vez son más las personas que eligen decorar sus exteriores con canteros hechos con sus propias plantas -desde la siembra de la semilla hasta la cosecha de la misma-, apreciando desde cerca todos los ciclos que la naturaleza trae para estas especies. Y básicamente de esto se trata la tendencia de armar una pradera en el jardín.
Estos canteros suelen tener un aspecto silvestre y muchas veces combinan los tres tipos de herbáceas.
Además, son ideales para mantener la biodiversidad en el jardín ya que atraen una fauna de lo más variada: abejas, aves, mariposas, etc.
Cómo armar una pradera
Para armar estos tipos de canteros, también llamados jardines de semillas, hay que elegir un lugar en el jardín, sacar las malezas y colocar un sistema de riego -es lo más recomendable-.
Luego llega el turno de la siembra, la cual puede hacerse por asiento -directamente en el lugar- o prepararlas antes en un almácigo.
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