Seguro las escuchaste nombrar alguna vez. Las bebidas probióticas están muy de moda y cada vez son más las personas que se animan a hacerlas, ya sea por curiosidad o por los múltiples beneficios que ofrecen.
Es por eso que en esta nueva edición de manual de jardinería, la experta Mechi González Prieto (@mechi_deraiz) fue hasta el local de Paula Suárez, más conocida como @lachinacocina, para charlar sobre este tema en profundidad. Como bonus, nos enseñan a hacer una bebida probiótica con cáscaras de mandarina.
Mirá la entrevista completa en video y guardate los tips y datos que te dejamos al final de esta nota.
Qué son las bebidas probióticas y cuáles son sus beneficios
Para que tengas una idea, las bebidas probióticas ya eran consumidas 200 años a.d.C por los emperadores chinos bajo el nombre “elixir de la vida y de la juventud”.
Pero fue en los últimos años que se convirtieron en un boom total gracias a los múltiples beneficios que tienen para ofreceremos. Además (a diferencia de siglos pasados) hoy hay estudios científicos que avalan sus numerosas bondades para el organismo.
En rasgos generales, las bebidas probióticas mejoran la salud intestinal gracias al mantenimiento de su flora, y por ende todos aquellos aspectos que derivan del buen funcionamiento del intestino.
Además, ayudan a reducir problemas de estrés y ansiedad, mejoran el sistema inmunitario y la apariencia de la piel.
Estas bebidas son realizadas a partir de procesos de fermentación que generan probióticos. Y ahora te preguntarás, qué son los probióticos… Básicamente, se trata de cultivos y bacterias vivas que ayudan a mantener una flora intestinal sana, y que pueden obtenerse a partir de procesos de fermentación de algunos alimentos.
Y dentro de este tipo de bebidas tan en boga hoy, existe todo un mundo de posibilidades que parten de los diferentes hongos utilizados. Los más populares son la kombucha y el kéfir, pero existen otras variedades, como el Jun o los sueros lácteos, que ofrecen diferentes posibilidades de consumo al ser mezclados con tés, frutas y verduras.
En lo que respecta a la frecuencia o momento ideal para tomar estas bebidas, la china recomienda hacerlo en cualquier momento del día, cuando vos prefieras.
Cómo hacer una bebida probiótica con cáscaras de mandarina by @lachinacocina
Vas a necesitar:
- Agua sin cloro. Podés usar de filtro o de la canilla siempre y cuando la hiervas antes y después la dejes enfriar.
- Cáscaras de mandarinas. Es fundamental que estén en buen estado, lisas, sin ninguna picadura de algún pajarito o bicho (sino se puede sacar ese trozo agujereado y usar el resto.
- Azúcar blanca. Esto se debe a que los lactobasilos y las levaduras necesitan glucosa para comer (no quiere decir que vos vas a consumir esa azúcar).
- Tela o bolsita vegetal. La vas a necesitar para tapar la fermentación.
- Bandita elástica. Para sujetar la tela.
Procedimiento:
- Paso 1: en un frasco de vidrio mediano/grande, colocá 1 litro de agua.
- Paso 2: agregá las cáscaras de las mandarinas.
- Paso 3: agregá un 10% de azúcar.
- Paso 4: dejá oxigenar para que el etanol no se acumule y sea una bebida alcóholica. Para eso vas a tapar con la tela.
- Paso 5: colocá la bandita para sujetar la tela.
- Paso 6: dejá el frasco o la botella en un espacio que no reciba sol directo. Puede estar en un espacio iluminado, en un lugar con 20 °C aproximadamente.
- Paso 7: a la mañana vas a revolver para que las cáscaras que estén en la superficie no den mal olor.
- Paso 8: a la noche vas a revolver nuevamente.
- Paso 9: en dos días tenés la posibilidad de contar con una bebida probiótica.