¿Cuántas veces nos preguntamos qué actividad hacer con los más peques para que, además de divertirse, puedan aprender y adquirir buenos hábitos?
Por eso, en esta nueva edición de #ManualDeJardinería, y de la mano de Mechi González Prieto (@mechi_deraiz) y la Lic. en Ambiente Valeria Churba (@valeriachurba), te traemos una propuesta diferente: bombas de semilla o albóndigas de tierra, un método educativo y lúdico para poner en práctica.
Qué son y para qué sirven las bombas de semillas
Se trata de una alternativa de siembra que fue creada por el biólogo y agricultor japonés Masanobu Fukuoka. Se utiliza para sembrar árboles, huertas y diferentes especies de plantas. Incluso la guerrilla urbana suele usarla para cultivar en lugares inaccesibles y de difícil mantenimiento.
"Es una actividad linda para hacer con las más chicos, pero a los grandes y amantes de la jardinería también les gusta porque es amasar la tierra, tocarla y conectar", asegura la experta Valeria Churba.
Qué vas a necesitar
1. Compost. También se puede utilizar tierra (si es arcillosa, mucho mejor) o podemos complementar con un poco de arcilla (de las que venden en las artísticas) la tierra que tengamos a mano. Este componente ayuda a que se forme la pelota y retiene el agua.
2. Semillas que deseamos sembrar.
3. Agua.
4. Un contenedor, bowl o recipiente.
5. ¡Muchas ganas de divertirse! Nos arremangamos muy bien y nos ponemos ropa que podamos ensuciar.
Procedimiento
- Colocamos compost o tierra en el bol o contenedor.
- Ponemos arcilla, para empezar a hacer la masa.
- Colocamos agua para mezclar.
- Una vez que comprobamos que la masa está lista para armar las bombas, agregamos las semillas en buena cantidad (algunas prosperarán, otras no).
- Mezclamos para que estén bien distribuidas.
- Amasamos y hacemos albóndigas de tierra. El tamaño tiene que ser similar a una pelota de golf.
- Una vez listas las dejamos secar al sol. En una semana estarán listas para plantar.
- Hacemos un hueco en el lugar donde queremos colocarla, la tapamos con más tierra, la regamos, ¡y listo!.
Tip extra: no coloques demasiada agua, empezá de a poco y andá agregando a medida que necesites.