Veneradas desde la antigüedad en los jardines más monumentales, protagonistas en ramos y declaratorias de amor o convertidas en objeto de metáforas y simbolismos... Con sus exquisitos aromas y en cualquiera de sus colores, las rosas enamoran a primera vista y se consagran como una de las plantas más bellas y elegantes que existen.
Y en Buenos Aires, tienen un lugar especial: crecen en espacios emblemáticos pensados para el disfrute de vecinos y turistas. El más famoso es el Rosedal del Parque Tres de Febrero, en Palermo; pero existen otros como el que está situado en Parque Chacabuco o el más nuevo llamado Parque Micaela Bastidas y ubicado en Puerto Madero.
Como cada mes de julio y desde ya varios años, comenzó la época de poda y la Ciudad ofrece a los vecinos y turistas la posibilidad de acercarse a alguno de estos emblemáticos espacios para recibir esquejes o gajos para plantar en casa.
Este año, la iniciativa se llevará a cabo a partir de esta semana, extendiéndose hasta el 15 del corriente mes, de martes a viernes y de 13 a 17 horas. Todos los vecinos y vecinas que quieran participar y llevarse a su casa un esqueje, van a encontrarse con voluntarios que los asesorarán acerca de las tareas necesarias para su mantenimiento.