Cuando se trata de elegir el mejor material para resolver las mesadas de la cocina, puede que lo primero que se nos viene a la mente sea el granito, el mármol y sus vanguardistas derivados: Silestone, Corian, Dekton, Neolith, Marmotech y otros cuarzos.
Sin embargo, hay otra opción que emerge como una de las nuevas favoritas: la madera. Y si bien su auge viene de años anteriores, este 2024 encabeza el top five de los materiales en este rubro.
Mesadas de madera: las reinas de las cocinas
Se tiene mucho prejuicio con las mesadas de madera en cocinas, sobre todo en relación a su resistencia y durabilidad. Pero lo cierto es que cumplen con la ley de las 3B: son buenas, bonitas, y baratas.
Ventajas
- Precio. Son generalmente más económicas aunque su costo final va a depender siempre de la madera elegida. Pero en líneas generales, su valor por metro suele ser bastante menor que el de sus primas en piedras naturales o sintéticas.
- Versatilidad. No importa el estilo decorativo que predomine en la cocina: la madera se adapta con facilidad a cualquier impronta, desde la más clásica hasta la más vanguardista.
- Calidez. No hay como la madera para imprimirle a este ambiente tradicionalmente blanco y frío una cuota de calidez. La presencia de una mesada de madera hace subir el termómetro tanto a nivel estético como emocional, ya que logra crear una atmósfera relajada y acogedora.
- Nunca pasa de moda. Es un material atemporal y siempre seguirá vigente.
- Resistencia al agua. Con el tratamiento adecuado (barniz o laca) puede soportar sin problemas la humedad y el agua.
Desventajas
- Durabilidad. Una de las principales desventajas es que no resultan tan duraderas como otras, sobre todo a golpes y cortes con cuchillo.
- Resistencia al calor. Las mesadas de madera no suelen soportar el calor (a excepción de algunas tratadas especialmente con un laminado).
- Tratamiento/mantenimiento frecuente. Como cualquier otra superficie de madera, requieren de tratamientos con selladores, laca y demás para poder alargar su durabilidad.
- Porosidad. Esta "contra" va más para las mesadas de madera maciza, y tiene que ver con su natural porosidad, una cualidad que las hace más susceptibles a absorber todo tipo de manchas, sobre todo de aceite.
Mesadas de madera: qué opciones hay para elegir
Diferentes maderas macizas, laminas o termoformadas se unen con el fin de reivindicar la belleza y funcionalidad de este noble material para este fin.
Existen dos grandes grupos de maderas para mesadas: madera maciza o laminadas:
Las macizas son más costosas pero también más resistentes. Se realizan generalmente con maderas duras: haya, roble, nogal, paraíso, eucalipto, iroko, entre otras, en grosores que pueden variar (mínimo entre 4 a 6 cm). Cada una tiene su tono, veta y características particulares, que habrá que chequear. Un dato para tener en cuenta: cualquiera sea su tipo, fijate siempre que tengan sus vetas bien cerradas, para garantizar mayor resistencia.
Las laminadas también incluyen diferentes subtipos: en líneas generales, las hay de en multilaminados o termoformados, cada uno con su características, pros y contras. Pero ambas son muy populares por su relación precio-calidad. Para su ejecución se utilizan maderas blandas o prensados como MDF, que luego se rematan con un laminado de alta presión tipo fórmica o melamina. Lo que nos permiten las encimeras de formica es conseguir diferentes acabados y colores.
Entre sus mayores ventajas se destaca su superficie no porosa, su resistencia a la humedad (las mesadas en termoformado tienen un tratamiento hidrófugo), su variedad de diseños y colores y su sencilla instalación. Como contras, hay que enumerar su poca resistencia a golpes y rayones y su nula resistencia al calor.
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