Es probable que alguna vez te hayas cruzado con esta peculiar especie. La mimosa sensitiva es una planta muy popular que se distingue fácilmente por su reacción al tacto, calor, viento, movimientos y ruidos, desarrollada como un mecanismo de defensa ante los depredadores para simular estar marchita.
También conocida como mimosa púdica, vergonzosa, nometoques o dormilona, es originaria de la selva tropical de África y América, y es una de las pocas plantas en el mundo capaz de realizar movimientos rápidos.
Por qué se cierran sus hojas
"La mimosa sensitiva realiza estos movimientos para ahorrar agua, protegerse del sol y el viento. Cuando ésto sucede, dentro de ella se liberan sustancias químicas que hacen que sus células pierdan agua y se encoja", explican desde el vivero Gajito (@holagajito)
Sus hojas también se pliegan cuando cae la tarde y permanecen cerradas hasta que asoman los primeros rayos de sol, como si estuvieran 'despertándose'.
Sus hojas, de forma alargada y de color verde claro, tienen pequeños 'pelitos' en el centro donde se originan los estímulos para plegarse o cerrarse según las circunstancias. Sus bellísimas flores de color rosa son muy requeridas por abejas y abejorros.
La mimosa sensitiva es una especie fácil de cuidar y apta para principiantes. Se puede cultivar tanto en exteriores como en interiores y puede llegar a medir hasta 90 cm de altura.
Cómo cuidar una mimosa sensitiva
Luz: prefiere los lugares bien iluminados y le sientan bien los rayos directos del sol por la mañana, evitando las horas del mediodía y los días muy calurosos.
Temperatura: al ser de origen tropical, prefiere las temperaturas cálidas que oscilen entre los 20 °C y 30 °C. Se recomienda evitar las heladas ya que podría no soportarlas.
Humedad: en ambientes muy cálidos se recomienda pulverizar sus hojas con frecuencia para evitar que se deshidraten.
Riego: necesita riegos diarios durante su época de floración (primavera y verano) reduciendo la frecuencia a una vez por semana en otoño e invierno.
Sustrato: si bien se adapta a cualquier tipo de suelos, prefiere aquellos ricos en materia orgánica y con un buen drenaje que airee sus raíces.