Si te gustan las plantas o sos de esas personas curiosas que buscan inspiración en Pinterest o Instagram, seguramente te cruzaste con esta especie.
La Pachira aquatica, también conocida como planta del dinero, castaño de la Guayana o ceibo de agua, desfila por las plataformas de inspiración enamorando a primera vista con su curiosa apariencia.
Originaria de América Central, es una especie arbórea perteneciente a la familia de las bombáceas y es apta tanto para interiores como exteriores.
Además, puede cultivarse como bonsái controlando su crecimiento mediante podas ocasionales.
Distinguida por sus grandes hojas verdes, palmeadas y brillantes, la Pachira Aquatica produce flores perfumadas de color amarillo y naranja, pero sólo cuando está ubicada en exteriores. También, tiene frutos leñosos que se abren en gajos y semillas, y son comestibles.
Cómo se trenza la Pachiara aquatica
Para aumentar su valor estético, el tallo de la Pachira Aquatica puede ser trenzado cuando es muy joven, ya que estos tienen más flexibilidad. Si la planta ya es adulta, el tallo es muy duro, leñoso y no puede doblarse.
Su relación con el Feng Shui
Según el Feng Shui, las hojas de la Pachira aquatica representan los 5 elementos esenciales: metal, fuego, agua, tierra y madera; y su característico tronco entrelazado representa la unión del bien y del futuro. Por eso, tiene un poder muy valioso y es considerada una planta de la fortuna.
Cuidados
- Luz y ubicación: necesita mucha luz indirecta, ya que los rayos del sol pueden quemar sus hojas. En interiores se recomienda colocarla cerca de una ventana con cortinas para que reciba luz tamizada y lejos de las corrientes de aire frío.
- Temperatura: al ser una planta de origen tropical, no tolera el frío. Por lo que las temperaturas ideales oscilan entre los 16 °C y los 24 °C.
- Riego: se recomienda regarla dos veces por semana, asegurando que el sustrato esté seco entre riego y riego.
- Sustrato: agradece un suelo rico en materia orgánica con un buen drenaje.
- Fertilizante: para potenciar su crecimiento, puede abonarse una vez al mes con fertilizante para plantas verdes, desde primavera hasta el fines de verano.
- Poda y transplante: lo ideal es podarla al final del invierno. También, se recomienda trasplantarla cada año en primavera, a una maceta más grande, para que pueda desarrollarse plenamente.