“La casa tiene que hablar y contar historias de las personas que la habitan”, asegura la interiorista Cecilia Vassaro (@ceciliavassaroestudio). Y como muestra, basta detenerse a escucharla detallar el por qué de cada mueble, objeto o cuadro elegido para decorar su hermoso hogar, escondido en el corazón verde de Parque Leloir.
El hall de acceso se ambientó con una camino de madera sobre el piso de cemento (la alfombra era inviable por el barro, los perros y los niños) y un pechero del que cuelgan ponchos y sombreros, sus dos favoritos. Sobre el estante de madera maciza se apoyan las llaves.
Ceci Vassaro, la dueña de casa, posa aquí junto a un coqueto mueble de madera con laca negra donde ella guarda las puntillas que atesora de su bisabuela. La pintura que la acompaña es de su hija Jazmín, gran artista como su abuela.
Blanco, negro y una lámpara que se roba todas las miradas, conviven en este living con toques mediterráneos. Una biblioteca con estantes de MDF laqueados de blanco se extiende por toda una pared. Al centro, la mesa de madera oscura que hace pie sobre una alfombra con estampado Chevron (@salazarcasa) dialoga con dos sofás antiguos tapizados en lino hechos a medida por el estudio de Cecilia Vassaro (@ceciliavassaroestudio) y otros dos individuales en veluti negro.
Almohadones en color mostaza y maíz (@salazar.casa) marcan contraste. El espejo es un hallazgo de un anticuario (“me encantan los espejos porque son como ventanas que uno elige dónde ubicar”, dice Cecilia). No faltan las flores (@quercus_flores) en jarrón junto a un florero devenido en pieza decorativa blanca (@wish_ba).
La lámpara Nido, por supuesto, merece párrafo aparte: Cecilia vive en la reserva ecológica de Parque Leloir y siempre que encuentra ramas con formas lindas, las recoge. Así fue juntando una cantidad que le permitió intervenir una antigua lámpara francesa y darle vida a este Nido. “Se puede decorar con lo que hay alrededor. Me gusta que la gente sienta que para decorar se necesita imaginación. Sin seguir modas, sino intuición”.
El muro de la tevé tiene un lenguaje de casa de playa mediterránea, con los nichos calados sobre el material y objetos muy selectos en cada uno. Al centro va la tele, que aparece escondida detrás de unas puertas con chapa de bronce en el centro y dos cajones por debajo, diseñadas por su estudio.
En la cocina de su casa, tiene un muro repleto de marcos cuenta una historia: las pinturas de su madre, fotos de sus hijas o que ella tomó en diferentes momentos, y otras tomadas por ella al azar, tienen aquí un lugar especial. Por lo demás rige aquí cierto eclecticismo, ya que Cecilia adhiere a la no-moda. La lámpara negra de pie es un regalo del diseñador Atilio Roca y se para junto a la consola de madera negra con otros tesoros familiares.
La cocina cuenta con pisos de cemento alisado y revoque blanco en las paredes, bien racional. La mesada y la tapa de la mesa que apoya sobre unas patas torneadas diseñadas por su estudio, son de mármol de Carrara. Los muebles bajomesada son de madera laqueada de blanco.
En lugar de alacenas, Cecilia dispuso unos estantes de pared a pared, con la vajilla a la vista. Las lámparas son dos tachos galponeros pintados por ella. Sobre la mesa, floreros de gran tamaño (@wish_ba) y una tela de Cecilia. Las sillas las hicieron a medida con su estudio y las completa un banco vintage.
Un plano abierto del luminoso dormitorio principal, con sus cortinas blancas que caen del techo al piso con arrastre.
Las mesas de luz eran de su familia (una de ellas era en realidad un carro bar) y llevan lámparas con cuerpo diferente pero misma pantalla negra. Un gran almohadón amarillo hecho por su estudio se recuesta sobre la cama, que remata en un respado de cuero ecológico. A sus pies, un puf capitoné que era de su abuela y fue retapizado, con un género en blanco y negro tejido. Alfombra estilo Chevron roja (@salazar casa). La pintura sobre su cama es de su hija Jazmín, que le ofreció regalarle el mar para que ella lo pudiera ver todos los días (toda una declaración de amor).
El toillete se resolvió dentro de un espacio muy chico; de ahí la estrategia de sumarle un espejo vertical de piso a techo como fondo para el cajón de madera que oficia de vanitory y contiene la bacha y su grifería.
Un joven John Malkovich sorprende en un retrato de la película “Bajo un cielo protector”, que transcurre en Marruecos y fue clave en la inspiración del interiorismo que le gusta a Cecilia Vassaro. Florero con forma de mujer de cerámica negro (@estilo.planta) y flores (@quercus_flores).
En el baño del dormitorio principal, un gran mueble de madera laqueada de blanco acomoda la bacha encastrada hacia un lado. El ventanal sobre la bañera recibe una cortina romana a rayas en blanco y negro. Un jarrón con flores (@quercus_flores) imprime color.
El cuarto de sus hijas Jazmín y Bianca fue mutando a medida que ellas crecían. Un panel corredizo une o separa ambos cuartos según los deseos de las dos hermanas.
Y aunque cada uno tiene sus gustos, coincidieron en elegir un lenguaje de blanco y detalles de yute y fibras para sus cuartos.
Una vista de la galería y una mesa primaveral con velas de colores. Sobre el mantel con bordado (@ph.bordado ), vajilla (@salazarcasa), copas antiguas austríacas en color fucsia y un florero largo con varios espacios para poner flores de cerámica (@wish_ba) y velas de colores del supermercado chino.
Producción: Malu Satzger.
Fotos: Alejandro Carra.
