En la edición #192 de la revista Para Ti Deco -que podés conseguir en el kiosco o recibir en la puerta de tu casa- te mostramos cada rincón de esta casa con estilo y sensibilidad.
Espacios generosos, la fusión de hierro y vidrio repartido y la apertura al jardín definen el interiorismo de esta vivienda con carácter y se convierten en la mejor inspiración. Acá te compartimos un resumen.
Una casa con carácter
En 2017, Fini Lopez Alati y su marido dejaron Chile para instalarse en el país y levantar aquí, dentro de un barrio cerrado, la casa que previamente habían diseñado junto al estudio Pondal Malenchini.
La obra estuvo a cargo de PDF Arquitectura y tiene varios puntos que la distinguen, como los espacios generosos, los cerramientos de hierro y vidrio repartido que abren la casa al jardín y el uso de tonos oscuros que imprimen cierta elegancia.
El luminoso living, que suma dos ventanales a cada lado de la chimenea, tiene dos sofás en color blanco (uno de Victoria de las Carreras y otro más chico con diseño de Josefina Ramirez March) hacen equipo con los dos sillones individuales de esterilla (@bullbuenosaires). Una lámpara Tolomeo de pie se suma en esquina.
Toda el área social se resolvió con pisos claros (porcelanatos Tribeca Greenwich, de Ilva), que aquí se complementa con una alfombra a rayas en blanco tiza y negro (@alfombrasrugit). Sobre la mesa de centro (@landmark) se destaca el gran terrario (@cardinal.espacios) y el florero con flores blancas (@vito.achaval).
El comedor es elegante pero encuentra un acento descontracturado en la combinación de estampas (géneros de De Levie) elegidas para el tapizado de las sillas, todas heredadas. La mesa es de lapacho oscuro (María Victoria de las Carreras) y lleva un camino con velas y un florero con tulipanes (@vito.achaval). Lámparas (Bull Buenos Aires) y cuadro de Alejo Loituegui.
El escritorio es un espacio sobrio que juega con la elegancia del negro, tanto para la pared como para la biblioteca (diseño de Amazonia). Un sillón de cuero suela (Rumar) y dos sillones con apoyabrazos se ubican en torno a la mesa de escritorio de madera y hierro.
El cuadro de cuadro de Kasuya Sakai replica los colores dominantes. En contraste con los tonos ocuros, la transparencia del vidrio dice presente en las lámparas colgantes (compradas en Punta del Este) y el ventanal de hierro repartido.
La cocina, de gran tamaño, suma al centro una isla de doble ancho con mesada de Neolith, acompañada por unas sillas altas con cuerpo de hierro (Bull Buenos Aires) y unas imponentes lámparas con pantalla negra compradas en Estados Unidos. De fondo, el gran vajillero en negro absoluto, con puertas de vidrio que replican el diseño del cerramiento que lleva al jardín, es protagonista.
Colores claros para el dormitorio principal. La cama, con respaldo de lino comprado en Chile y mesas de luz de caña pintadas, lleva mantas en blanco y rosa pastel (Josephine Deco). En esquina, un silloncito francés retapizado en lino blanco propone un rincón de lectura. Las cortinas son de gasa pañalera (Josefina Ramirez March).
El baño principal tiene paredes revestidas con placas de Neolith, mesada de Silestone blanco y mueble de madera petiribí. Un espejo de gran tamaño con marco negro hecho a medida por los arquitectos comulga con la grifería en negro mate (Thol). Ramo sobre mesada (@vito.achaval).
Como las más pequeñas de la casa querían dormir juntas y Fini buscaba priorizar el espacio de juego, se diseñó un original doble juego de cuchetas integradas sobre una misma pared y con su escalerita al centro. Todas llevan ropa de cama (comprada en H&M). De fondo, un mural con estrellas pintado a mano por Josefina Lemos.
El baño de las niñas, con mesada de Silestone blanco, mueble en voladizo diseñado en petiribí y grifería negro mate (Thol). Ramo de hojas verdes (@vitoachaval).
La galería propone un juego de colores y texturas entre la madera clara del mobiliario, los pisos blancos (se usó el mismo porcellanato que en interiores) y el negro elegido para todo el bloque que confirma la parrilla, con su mesada de cemento alisado. Las banquetas altas se compraron en un galpón sobre la ruta 27. Lámparas sobre la barra (Rago). Al centro, mesa de hierro y madera (Landmark) con sillas de hierro (Bull Buenos Aires). Ramo de verdes (@vito.achaval).
El sector living de la gran galería con techo revestido en tirantes de petiribí, ubica en “L” dos sillones con fundas blancas, un juego de tres bancos de madera en el rol de mesas bajas (todos comprados en Chile), dos sillas individuales de mimbre (Compañía Nativa) y unos banquitos de caña.
Producción: Malu Satzger.
Fotos: Alejandro Carra.
