La primavera está cada vez más cerca, los días se hacen cada vez más largos y las temperaturas comienzan a subir y ninguna alternativa se vuelve tan tentadora como la idea de pasar tiempo al aire libre.
En esta época, las pérgolas se convierten en una de las mejores alternativas para incorporar en la terraza. Y es que además de aumentar de una manera sensacional la estética del espacio, son funcionales y brindan la posibilidad de realizar actividades a la intemperie sin tener que preocuparse por el sol o la lluvia.
De madera o hierro, bioclimáticas o con celosías, cubierta con un toldo o bien rústica con esterilla o cañas...
En cualquiera de sus diseños y materiales las pérgolas se convirtieron en el must have deco de la temporada al aire libre y cada vez son más las personas que las eligen para extender el uso de su terraza.
Cómo elegir la pérgola para la terraza
Lo primero que tener en cuenta es la ubicación ideal para la pérgola. Para eso, hay que analizar el trayecto del sol a lo largo del día.
Dependiendo de las necesidades se va a elegir el tamaño de la pérgola. Si solo querés armar un rincón chill out para leer o trabajar no tiene que ser muy grande. Pero si lo que buscas es un espacio para comer, conviene apostar por un tamaño que quede cómodo para sumar algún juego de living o comedor (mínimo tiene que contar con 18 m2).
A la hora de elegir los materiales es importante tener en cuenta el clima de la zona, sobre todo el tema de los vientos.
Si ese es el caso, conviene apostar por pérgolas de hierro o de maderas pesadas.
Pero si los temporales acompañan, se pueden usar materiales más ligeros como aluminio o bambú.
En lo que respecta a la elección del techado, existen muchísimas opciones que van a depender de gustos y necesidades. Podés dejarlo abierto con vigas a la vista, colocarle policarbonato, cañas, esterilla, toldos, etc.
Una opción que además está muy de moda, son las pérgolas bioclimáticas diseñadas con un sistema motorizado de celosías de aluminio que se cierran automáticamente en caso de lluvias y se abren para recibir el sol y ventilar.
Los toldos en pérgolas de terrazas también son muy elegidos gracias a su resistencia y protección del sol y de la lluvia. Se pueden correr de forma manual o con motor eléctrico. Acá lo importante es invertir en una lona tipo Sunbrella, impermeable, repelente a la suciedad y resistente a los rayos UV y al granizo.
También están las pérgolas con techos de materiales naturales. Son ideales para terrazas de campo o playa porque se integran muy bien con el entorno. Las cañas son super resistentes y más económicas que otras cubiertas.
Pero cualquiera sea la elección, es súper importante recordar que cada tanto hay que darle un mantenimiento, sobre todo si se trata de pérgolas de madera.