Sencillez y calidez es lo transmite la filosofía Wabi-sabi de origen oriental que promueve el arte de vivir en armonía con la naturaleza y amigarse con las imperfecciones.
Las artesanías, los colores terracota, las formas orgánicas y los textiles ligeros son algunos de los recursos que propone esta tendencia decorativa.
Este estilo originario de Japón propone encontrar al menos un rincón en el hogar que nos permita tomarnos un respiro del mundo exterior y conectarnos con la naturaleza de manera genuina.
Una de las formas para hacerlo es mediante el uso de lo colores neutros y terracota, transmitiendo una sensación de calidez y relajando visualmente los ambientes.
“Un truco para suavizar las viviendas nuevas y súper perfectas es incorporar elementos antiguos con acabados imperfectos”, asegura la diseñadora de ambientes Gabriela Vulcano.
Los muebles y artesanías hechas a mano, la asimetría y los efectos del paso del tiempo, juegan un rol casi protagónico en esta filosofía que a través de materiales rústicos y objetos gastados que cuentan historias, logra transmitir simpleza y humildad.
La belleza y la armonía en lo natural. Los muebles con materiales sin tratar como maderas, los textiles ligeros, las fibras naturales y los objetos decorativos como piedras, complementan la estética Wabi-sabi.
Al igual que en el minimalismo esta filosofía también hace foco en que menos es más, aportando a los ambientes cierta forma de refinamiento y tranquilidad.
Esta filosofía también promueve que se viva el día a día de la misma manera, logrando apreciar la belleza en las cosas imperfectas que nos rodean, aceptando las cosas como son y amigándonos con la fugacidad y el paso del tiempo.
Así, el Wabi-sabi, no solo se convierte en un estilo de decoración si no, en un estilo de vida.