Hay muchos caminos para acertar con el color de las paredes de tu casa. Podés elegir una determinada paleta solo porque está de moda o inclinarte por un tono único que maride con el resto de la decoración. Pero ¿qué tal si probás escoger los colores según las emociones que transmiten?
Según la psicología del color, algunas tonalidades pueden afectar a nuestras emociones y estados de ánimo. Así que si estás en plan de renovar la paleta cromática de tu casa y querés que tus espacios propicen calma y bienestar, elegí alguno de estos seis colores.
1. Blancos cálidos
A pesar de su "mala fama" el color blanco es un gran aliado para llevar calma a los ambientes. Además, es súper luminoso, amplia visualmente el espacio y combina con todo.
Eso sí, asegurate de elegir un matiz cálido, con algo de amarillo, o algún blanco roto para huir de las tonalidades más frías.
2. Beige
Cálido, atemporal y luminoso. El beige nunca falla cuando se trata de crear ambientes sobrios y serenos que inviten al relax. Además, se lleva con todos los estilos decorativos -desde el más clásico hasta el más minimal-.
3. Azul cielo o pastel
Uno de los colores que reduce el estrés y calma la ansiedad es el azul. Pero no cualquier tipo... Los más claros, como el azul cielo o pastel, son los favoritos para llevar relax a cualquier ambiente del hogar.
Por el contrario, sus variedades más oscuras (como el azul petróleo o marino) pueden crear el efecto contrario y generar un espacio frío y distante.
4. Verdes suaves
Así como el azul nos recuerda el cielo o al mar, el verde nos evoca a la naturaleza en su estado más puro y aporta frescura y vitalidad.
Pero para crear un espacio en el que reine la calma y la armonía se recomienda apostar por las gamas más claras, como los verdes pastel.
5. Rosa pastel
El rosa pastel es una de las tonalidades más "dulces", cálidas y relajadas, que transmiten una sensación de bienestar y paz inigualable. Se lleva muy bien en todos los ambientes de la casa, pero se recomienda no abusar de esta tonalidad ya que podría cansar visualmente.
6. Amarillos suaves
Si bien es cierto que el amarillo se relaciona con el optimismo y la productividad, al resultar vibrante, en sus tonalidades más claras también aporta calma y una acogedora nota de luz.
Eso sí, olvídate del amarillo limón y otras tonalidades excesivamente llamativas, ya que pueden generar el efecto contrario y general agotamiento.