Los respaldos tienen un rol clave en el dormitorio, porque además de enmarcar la cama y darle una impronta personal al espacio, protegen del frío de la pared, aíslan los ruidos y mantienen "a salvo" la pared del roce de la cama.
En madera, con detalles capitoné, tapizados o de fibras naturales, los diseños estándar en materia de respaldos son muchos y muy variados.
Sin embargo, existe una regla de medidas que aplica para todos por igual y que es importante conocer para poder dar con una elección acertada y que además de vestir la habitación, resulte funcional.
- Medidas: el respaldo tiene que sobresalir del colchón. Una buena opción es calcular unos 20-30 cm más de la medida de éste, es decir, 10 de cada lado x 1,20 de alto. Un ejemplo: para una cama de 1,40 m hace falta un respaldo de 1,60 como mínimo.
Respaldos de madera
Estos respaldos ganan terreno ya que hacen que el ambiente luzca mucho más cálido y acogedor. En materia de diseños, hay muchas variedades: lustrados, pintados de diferentes colores, con profundidad -ideales para apoyar alguna lámpara- o envarillados con maderas finas o gruesas -tendencia 2021-.
Respaldos tapizados
Los respaldos tapizados o con funda siempre suman y corren con la ventaja de que al ser rellenos, son más cómodos e ideales para apoyar la espalda. En materia de diseños hay para todos los gustos: capitone, botone, liso, con funda, etc. Lo más importante a la hora de elegir esta opción es que la tela sea resistente al roce.
Destacar la pared cabecera con un color
Revestir o pintar una pared por completo de piso a techo y de lado a lado, también es una manera de elegir un cabecero. Lo ideal es usar colores saturados e intensos, como gris oscuro, para crear una diferencia estética con respecto al resto de las paredes.