Paula Parisot (1978) es artista visual y escritora. Nació en Rio de Janeiro y vivió en grandes ciudades como Nueva York y Paris. Pero desde 2016 vive y trabaja entre Buenos Aires y São Paulo.
Su carrera literaria comenzó en 2007 con el libro de cuentos "La dama de la soledad", finalista del "Premio Jabuti", el más prestigioso de la literatura brasileña.
Sus libros fueron traducidos para algunos países como México, Chile y Estados Unidos, y fue en 2010 cuando publicó su segundo libro que comenzó a mezclar elementos de performance y dibujo con literatura. De ahí en adelante su trabajo se fue se tornando fundamentalmente interdisciplinario, uniendo literatura, dibujo, pintura, performance y video.
La brasilera también tiene un máster en Bellas Artes por The New School University, Nueva York, y nuestro país conoció sus trabajos cuando su muestra individual "Literatura del yo" estuvo en la BienalSur2021 en Buenos Aires, en el espacio de arte del antiguo Palacio Pereda.
Paula hoy está presentando su primera línea de empapelados que promete, una vez más, enamorar al mundo.
- Sos escritora y artista visual. ¿En qué traje te sentís mas cómoda?
- Prefiero pensar que soy una contadora de historias. Me gusta contarlas, leerlas, escucharlas y mirarlas. Y creo que una historia puede ser un video, un cuento, una novela, una pintura o un dibujo. Todo lo que hago de alguna forma empieza de un mismo lugar, de una misma necesidad de dar sentido y comprender el 'estar vivo' y todo que esto implica.
No me siento cómoda en ningún traje y tal vez por eso es que hago las cosas en simultáneo. Clarice Lispector, que para mi es una de las mejores escritoras del siglo XX, rechazaba la idea de ser una escritora 'profesional' y se definía como una escritora 'amadora', porque solo escribía cuando tenía ganas y no por obligación. Y esta idea me fascina por la libertad que genera.
- El año pasado exhibiste la muestra "Literatura del yo" en la Embajada de Brasil, en el marco de la BienalSur2021. ¿Qué significo para vos? ¿Como fue la confección y cuánto tiempo llevo?
- Al trabajar en la muestra durante la pandemia el proceso fue más intenso de lo que esperaba. Como su nombre lo indica, hablaba de mí a través de pinturas, dibujos y esculturas. Pero al encontrarme con la pandemia y el encierro, volví a escribir diarios, algo que hacía desde 2007 cuando publiqué mi primer libro. Y en ese encuentro conmigo misma a través de la palabra, pequeños dibujos, registros de pensamientos y sueños en mi caligrafía, es que hice el duelo de la muerte del padre de mis hijos y de una vida que ya no existía, y le di la bienvenida a una nueva etapa.
Trabaje en pinturas blancas y acuarelas de color repletas de detalles. Algunas obras median 5 mts y otras 7 mts. Los dibujos blancos y negros representaban mis familiares, y las esculturas blandas de terciopelo me representaban a mi y a las mujeres de la familia. Empecé a trabajar en 2020 y terminé en 2021.
- ¿Que mensaje buscabas transmitir?
- Como dije anteriormente, cuento historias. Ya sea con imágenes o con palabras, pero no hay ningún mensaje o consejo, solo la experiencia y el conocimiento compartido nos puede liberar.
- ¿Hay un patrón que se repita en todas tus obras?
- No sé si veo un patrón pero sí hay algo que une todos mis trabajos aunque no se parezcan conceptualmente o visualmente Pero también creo que el trabajo se transforma, así como nosotros.
- ¿Qué podés contarnos sobre tu nueva colección de empapelados?
- Es mi primera colección y quise hacerla porque me encantan los empapelados. Desde chica viví con ellos y disfrutaba elegirlos junto a mi madre, que era capaz de empapelar las paredes de nuestra casa sin ayuda. Creo que un empapelado de pared puede traer mucha alegría. Y tal vez por esto quise desarrollar esta colección para "Enamoradas del Muro" una marca que me gusta mucho.
"Mundos posibles" es uno de los empapelados que hice sobre seres híbridos, hechos en acuarela e inspirados no solo en dibujos de libros de biología y botánica, sino también en colores fuertes y estampas cargadas de Josef Frank. También me inspiré en el trabajo de artistas argentinos que tuve la suerte de conocer desde que me mudé a Buenos Aires, como Edgardo Gimenez, Delia Cancela y Lolo Bonfanti. También hay otros empapelados divididos en colecciones.
Consciente y inconsciente. Equilibrio y desorden. Materia y espíritu. Orden y caos. Estas palabras no son opuestas sino complementarias y creo que nosotras, mujeres, comprendemos esto. Por eso a esta nueva colección de empapelados la bauticé con nombres de mujeres: Ana, Alayde, Maria, Carolina, Dolly, Bebel y Anto.
Fotos: gentileza Paula Parisot.
